El calaix o las dos caras de Jano

Primera parte:

―Ante todo―comenta Triginer[i]―, quiero decir que todo lo que se ha dicho hasta ahora no tengo nada en contra, pero… ahora quiero decir algo que nunca he contado.

El silencio en la sala se apoderó del momento. Creo que todos esperábamos algo imprevisto, algo que no sospechábamos qué podría ser.

Corrían los meses finales del 2012 cuando fui invitado a una conferencia que llevaba por título, La Asamblea de Cataluña, aunque, en realidad, lo que pretendíamos era debatir diferentes hipótesis sobre la creación y formación del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) allá por los años setenta. El tema tenía su jugo por lo que intenté prepararme con esmero en la documentación relacionada. La convocatoria al coloquio fue la adecuada, aunque el quorum fue un tanto escaso. Lo curioso es que, dentro de los presentes, pude ver a varios dirigentes de la extinta ejecutiva de la Federación Socialista Catalana (FSC-PSOE), encabezada por su secretario general, Josep Mª Triginer, junto con otros miembros de su junta, Paco Parras, Rico, Balcells, y alguno más que no recuerdo. Mi exposición duró casi una hora y confieso que quizás no fue lo entretenida que yo esperaba. Sin embargo, todo cambió cuando casi al finalizar observé que el compañero Triginer, levantándose desde un lateral de la sala, pedía participar con insistencia y solemnidad, dándole el presidente de la mesa la palabra…

― Pocas semanas antes―explicaba Triginer― de las primeras elecciones generales de 1977 y, todavía estando en periodo de negociación entre las tres formaciones socialistas: PSC(Congrés), PSC (Reagrupament) y la FSC-PSOE, recibí un documento desde la dirección del PSOE de Madrid donde se me informaba que los sondeos nos daban a la FSC-PSOE una mayoría holgada en Cataluña en las primeras elecciones generales. Entonces…, decidí meter ese documento en un calaix (cajón) sin tan siquiera comunicarlo a mis compañeros de la Junta Ejecutiva. No sé qué hubiera ocurrido si lo llego a compartir con todos, pero eso… eso fue lo que hice.

Tras esa breve intervención relatando un suceso ocurrido hacia más de cuatro décadas, la conferencia se dio por concluida. No me imagino lo que pensaron los demás, pero en lo que respecta a mí, sinceramente, me quedé atónito. Toda mi exposición quedó enterrada en el olvido tras la intervención de mi querido Josep Mª. Poco después, en una conversación ya en privado, le pregunté cuál fue el motivo de su decisión, pues realmente estaba intrigado. Su respuesta iba en la dirección de que el argumento de que existiera la posibilidad de ganar las elecciones en Cataluña por mayoría absoluta, era muy elevado; por tanto, el no tener un sustrato intelectual suficiente en la mayoría de mis compañeros de partido, le hizo prevalecer la idea de que la unificación con los intelectuales del PSC (Congrés), Reventós, Serra, Maragall, etc., tendría más validez que nunca, pues solo él, siendo perito industrial y Ramos ingeniero, aportaban estudios superiores. Pasado el tiempo, no seré yo quien valore las actuaciones de uno u otro en unos momentos de alta incertidumbre política en plena Transición Española; sin embargo, muchas veces me he preguntado qué habría sucedido en Cataluña si no se hubiera llegado al acuerdo de unificación socialista y el PSOE hubiera ido solo a las elecciones como parece ser que era el deseo mayoritario de su militancia ¿La conversión identitaria en el socialismo catalán se habría producido? ¿Habríamos llegado a la misma situación en que nos encontramos actualmente? Quien sabe…[ii] Algunas veces se ha generado debate entre gente próxima al socialismo no identitario e incluso dentro de la militancia, preguntándose todavía que cómo es posible que hayamos llegado a esta situación. La mayoría todavía no se lo explican. En mi caso, cuando me plantean esta cuestión, siempre les remito a que, quizás, la respuesta que buscan esté guardada en un calaix (cajón).

Segunda parte:

Y ya que hablamos de momentos únicos, años después tuve la ocasión de experimentar, como si se tratara de las dos caras de Jano, la otra visión que complementa en Cataluña lo escrito sobre la convivencia entre dos sociedades con diferentes actitudes identitarias que conviven en un mismo territorio. Ya se lo imaginan, ¿verdad?

― Perdone señor, ―responde Marta Ferrusola[iii]― Usted no ha visto ni verá nunca un catalán que llegue a ser presidente de España.

El encuentro fue casual en un restaurante emblemático del pueblo. El matrimonio Pujol Ferrusola hizo su entrada en el establecimiento para, supongo, disfrutar de un ágape de temporada. El intercambio de salutaciones iba por el camino hasta que por mi parte tomé la iniciativa de vanagloriar el valor político de un personaje público tan relevante, incluso sin estar de acuerdo con sus ideas y objetivos, comentándole que incluso podría haber llegado a ser presidente del Gobierno de España…

                La respuesta fue inmediata por parte de su mujer y he de confesar que me sorprendió y que quizás pude ser más comedido; sin embargo:

Perdone señora, pero creo que se equivoca.

―Ah si, entonces ¿dígame usted alguno que haya sido? ― Responde Ferrusola.

Era la primera vez que intercambiaba alguna frase con tan “ilustre dama”. Su carácter no flaqueaba en dureza, convencida de su afirmación y bajo la atenta mirada de su marido; no obstante, seguí al quite:

― ¿Usted conoce la Avinguda Pí i Margall [iv],en Barcelona?

―Si, la conozco, y ¿qué? ― Responde inmediatamente.

― ¿Sabe usted quien fue este señor?

― …

El silencio por respuesta, aunque fueran solo algunos segundos, se hizo interminable.

―Entonces, ya me dirá usted quien fue. ―Responde.

―Este político llegó a ser presidente de la I República Española, lo mismo que Estanislao Figueres[v]. Es más, tuvimos casi a un virrey en España, el general Joan Prim[vi].

De la tensión llegamos rápidamente al descontrol. De pronto, observo que el Molt Honorable comienza a fruncir el ceño en vista de la situación crispante entre su mujer y yo. En un abrir y cerrar de ojos, éste, apoya su mano sobre la mía, inmovilizándome la salida de tal absurdo embrollo y, dirigiéndose a mí, me pregunta:

― A ver, usted me dijo que fue concejal en este pueblo, ¿verdad?

― Pues sí, hace unos años. ―Respondí.

― Pero, usted no nació aquí, ¿es así?

― Tiene razón, no he nacido aquí.

― ¿Dónde nació usted?

― Nací en un pequeño pueblo de Ciudad Real.

― Entonces… ¡Vosté es un intrús!, ¿no? ―Pregunta con su habitual expresión gélida.

No podía creer lo que estaba escuchando. Confieso que tuve una reacción interna inadecuada que, finalmente pude controlar. Pero… ¿cómo se atreve este hombre a responderme así?, pensé por un instante…

¡Un intrús!… Podría ser que sí, señor Pujol. Podría ser, … lo mismo que usted.

― ¡Oiga señor! ―toma de nuevo la iniciativa la señora―, que mi marido nació aquí en Premiá, no como usted.

―Lo sé, pero tota la su familia, sus padres emigraron aquí gracias al “enchufe” del párroco de Premiá de Mar.

― ¿Y cómo sabe usted esto? ― Pregunta el Honorable.

―Porque he leído sus memorias, señor Pujol.

La situación en ese momento más que tensa, parecía cómica. Por un lado, Pujol presionándome la mano en la mesa sin poder de escapatoria; y por el otro, mi mujer, estirando de la otra mano, previendo males peores. Por suerte, un allegado a la ilustre pareja aparece en aquel instante por lo que, en un segundo, me libero. Fue increíble, no hubo ni despedida… Creo que las dos partes nos vimos tan ofendidas que el silencio fue la mejor terapia. El dueño del negocio, al pedir la cuenta, muy discretamente me pregunta ¿qué es lo que ha pasado? No era el momento para explicaciones, pero le comenté que más tarde hablaríamos. Meses después los acontecimientos en la familia Pujol tomaron un protagonismo inesperado. Las transacciones en Andorra, los coches de lujo en un almacén del polígono Bubisa de Premià de Dalt, junto con el derribo a lo Sadam Hussein de la estatua erigida al expresidente en su pueblo natal, ya formaban parte de un nuevo anacronismo hispano.

Pasado el tiempo, créanme, he reflexionado mucho sobre aquel momento, buscando el sentido de lo ocurrido. No reprocho la falta de conocimiento histórico de la señora en cuestión, pues la manipulación histórica que seguimos padeciendo en Cataluña y, por qué no, también en el resto de España, es de nota, aunque, el silencio de su marido al escuchar tal falsedad histórica pudiera ser censurable. Por otro lado, la reacción en defensa de no dejar en evidencia a su mujer ante un extraño también tiene sentido; es probable que yo hubiera actuado igual, pero… llamarme intrús, eso es intolerable. Solo los volví a ver el año siguiente en la celebración del Domingo de Ramos. Nada que decir, solo que los años no perdonan a nadie. Les deseo lo mejor en su viaje a Ítaca.

Eduardo Valencia Hernán, Agosto del 2023.


[i] Josep Mª Triginer, ultimo secretario general de la Federación Socialista Catalana (FSC-PSOE), 1977.

[ii] Alfonso Guerra en sus Memorias también intenta justificar lo expuesto.

[iii] Los diálogos son traducidos del catalán al castellano.

[iv] Segundo presidente de la Primera República Española (1873-1873). Nacido en Barcelona, 1824.

[v]Primer presidente de la Primera República Española (1873-1873). Nacido en Barcelona, 1819.

[vi] Presidente del Consejo de ministros (1869-1870) estando la reina Isabel II en el exilio. Nacido en Reus (Tarragona), 1814.

El calaix o las dos caras de Jano

Primera parte:

―Ante todo―comenta Triginer[i]―, quiero decir que todo lo que se ha dicho hasta ahora no tengo nada en contra, pero… ahora quiero decir algo que nunca he contado.

El silencio en la sala se apoderó del momento. Creo que todos esperábamos algo imprevisto, algo que no sospechábamos qué podría ser.

Corrían los meses finales del 2012 cuando fui invitado a una conferencia que llevaba por título, La Asamblea de Cataluña, aunque, en realidad, lo que pretendíamos era debatir diferentes hipótesis sobre la creación y formación del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) allá por los años setenta. El tema tenía su jugo por lo que intenté prepararme con esmero en la documentación relacionada. La convocatoria al coloquio fue la adecuada, aunque el quorum fue un tanto escaso. Lo curioso es que, dentro de los presentes, pude ver a varios dirigentes de la extinta ejecutiva de la Federación Socialista Catalana (FSC-PSOE), encabezada por su secretario general, Josep Mª Triginer, junto con otros miembros de su junta, Paco Parras, Rico, Balcells, y alguno más que no recuerdo. Mi exposición duró casi una hora y confieso que quizás no fue lo entretenida que yo esperaba. Sin embargo, todo cambió cuando casi al finalizar observé que el compañero Triginer, levantándose desde un lateral de la sala, pedía participar con insistencia y solemnidad, dándole el presidente de la mesa la palabra…

― Pocas semanas antes―explicaba Triginer― de las primeras elecciones generales de 1977 y, todavía estando en periodo de negociación entre las tres formaciones socialistas: PSC(Congrés), PSC (Reagrupament) y la FSC-PSOE, recibí un documento desde la dirección del PSOE de Madrid donde se me informaba que los sondeos nos daban a la FSC-PSOE una mayoría holgada en Cataluña en las primeras elecciones generales. Entonces…, decidí meter ese documento en un calaix (cajón) sin tan siquiera comunicarlo a mis compañeros de la Junta Ejecutiva. No sé qué hubiera ocurrido si lo llego a compartir con todos, pero eso… eso fue lo que hice.

Tras esa breve intervención relatando un suceso ocurrido hacia más de cuatro décadas, la conferencia se dio por concluida. No me imagino lo que pensaron los demás, pero en lo que respecta a mí, sinceramente, me quedé atónito. Toda mi exposición quedó enterrada en el olvido tras la intervención de mi querido Josep Mª. Poco después, en una conversación ya en privado, le pregunté cuál fue el motivo de su decisión, pues realmente estaba intrigado. Su respuesta iba en la dirección de que el argumento de que existiera la posibilidad de ganar las elecciones en Cataluña por mayoría absoluta, era muy elevado; por tanto, el no tener un sustrato intelectual suficiente en la mayoría de mis compañeros de partido, le hizo prevalecer la idea de que la unificación con los intelectuales del PSC (Congrés), Reventós, Serra, Maragall, etc., tendría más validez que nunca, pues solo él, siendo perito industrial y Ramos ingeniero, aportaban estudios superiores. Pasado el tiempo, no seré yo quien valore las actuaciones de uno u otro en unos momentos de alta incertidumbre política en plena Transición Española; sin embargo, muchas veces me he preguntado qué habría sucedido en Cataluña si no se hubiera llegado al acuerdo de unificación socialista y el PSOE hubiera ido solo a las elecciones como parece ser que era el deseo mayoritario de su militancia ¿La conversión identitaria en el socialismo catalán se habría producido? ¿Habríamos llegado a la misma situación en que nos encontramos actualmente? Quien sabe…[ii] Algunas veces se ha generado debate entre gente próxima al socialismo no identitario e incluso dentro de la militancia, preguntándose todavía que cómo es posible que hayamos llegado a esta situación. La mayoría todavía no se lo explican. En mi caso, cuando me plantean esta cuestión, siempre les remito a que, quizás, la respuesta que buscan esté guardada en un calaix (cajón).

Segunda parte:

Y ya que hablamos de momentos únicos, años después tuve la ocasión de experimentar, como si se tratara de las dos caras de Jano, la otra visión que complementa en Cataluña lo escrito sobre la convivencia entre dos sociedades con diferentes actitudes identitarias que conviven en un mismo territorio. Ya se lo imaginan, ¿verdad?

― Perdone señor, ―responde Marta Ferrusola[iii]― Usted no ha visto ni verá nunca un catalán que llegue a ser presidente de España.

El encuentro fue casual en un restaurante emblemático del pueblo. El matrimonio Pujol Ferrusola hizo su entrada en el establecimiento para, supongo, disfrutar de un ágape de temporada. El intercambio de salutaciones iba por el camino hasta que por mi parte tomé la iniciativa de vanagloriar el valor político de un personaje público tan relevante, incluso sin estar de acuerdo con sus ideas y objetivos, comentándole que incluso podría haber llegado a ser presidente del Gobierno de España…

                La respuesta fue inmediata por parte de su mujer y he de confesar que me sorprendió y que quizás pude ser más comedido; sin embargo:

Perdone señora, pero creo que se equivoca.

―Ah si, entonces ¿dígame usted alguno que haya sido? ― Responde Ferrusola.

Era la primera vez que intercambiaba alguna frase con tan “ilustre dama”. Su carácter no flaqueaba en dureza, convencida de su afirmación y bajo la atenta mirada de su marido; no obstante, seguí al quite:

― ¿Usted conoce la Avinguda Pí i Margall [iv],en Barcelona?

―Si, la conozco, y ¿qué? ― Responde inmediatamente.

― ¿Sabe usted quien fue este señor?

― …

El silencio por respuesta, aunque fueran solo algunos segundos, se hizo interminable.

―Entonces, ya me dirá usted quien fue. ―Responde.

―Este político llegó a ser presidente de la I República Española, lo mismo que Estanislao Figueres[v]. Es más, tuvimos casi a un virrey en España, el general Joan Prim[vi].

De la tensión llegamos rápidamente al descontrol. De pronto, observo que el Molt Honorable comienza a fruncir el ceño en vista de la situación crispante entre su mujer y yo. En un abrir y cerrar de ojos, éste, apoya su mano sobre la mía, inmovilizándome la salida de tal absurdo embrollo y, dirigiéndose a mí, me pregunta:

― A ver, usted me dijo que fue concejal en este pueblo, ¿verdad?

― Pues sí, hace unos años. ―Respondí.

― Pero, usted no nació aquí, ¿es así?

― Tiene razón, no he nacido aquí.

― ¿Dónde nació usted?

― Nací en un pequeño pueblo de Ciudad Real.

― Entonces… ¡Vosté es un intrús!, ¿no? ―Pregunta con su habitual expresión gélida.

No podía creer lo que estaba escuchando. Confieso que tuve una reacción interna inadecuada que, finalmente pude controlar. Pero… ¿cómo se atreve este hombre a responderme así?, pensé por un instante…

¡Un intrús!… Podría ser que sí, señor Pujol. Podría ser, … lo mismo que usted.

― ¡Oiga señor! ―toma de nuevo la iniciativa la señora―, que mi marido nació aquí en Premiá, no como usted.

―Lo sé, pero tota la su familia, sus padres emigraron aquí gracias al “enchufe” del párroco de Premiá de Mar.

― ¿Y cómo sabe usted esto? ― Pregunta el Honorable.

―Porque he leído sus memorias, señor Pujol.

La situación en ese momento más que tensa, parecía cómica. Por un lado, Pujol presionándome la mano en la mesa sin poder de escapatoria; y por el otro, mi mujer, estirando de la otra mano, previendo males peores. Por suerte, un allegado a la ilustre pareja aparece en aquel instante por lo que, en un segundo, me libero. Fue increíble, no hubo ni despedida… Creo que las dos partes nos vimos tan ofendidas que el silencio fue la mejor terapia. El dueño del negocio, al pedir la cuenta, muy discretamente me pregunta ¿qué es lo que ha pasado? No era el momento para explicaciones, pero le comenté que más tarde hablaríamos. Meses después los acontecimientos en la familia Pujol tomaron un protagonismo inesperado. Las transacciones en Andorra, los coches de lujo en un almacén del polígono Bubisa de Premià de Dalt, junto con el derribo a lo Sadam Hussein de la estatua erigida al expresidente en su pueblo natal, ya formaban parte de un nuevo anacronismo hispano.

Pasado el tiempo, créanme, he reflexionado mucho sobre aquel momento, buscando el sentido de lo ocurrido. No reprocho la falta de conocimiento histórico de la señora en cuestión, pues la manipulación histórica que seguimos padeciendo en Cataluña y, por qué no, también en el resto de España, es de nota, aunque, el silencio de su marido al escuchar tal falsedad histórica pudiera ser censurable. Por otro lado, la reacción en defensa de no dejar en evidencia a su mujer ante un extraño también tiene sentido; es probable que yo hubiera actuado igual, pero… llamarme intrús, eso es intolerable. Solo los volví a ver el año siguiente en la celebración del Domingo de Ramos. Nada que decir, solo que los años no perdonan a nadie. Les deseo lo mejor en su viaje a Ítaca.

Eduardo Valencia Hernán, Agosto del 2023.


[i] Josep Mª Triginer, ultimo secretario general de la Federación Socialista Catalana (FSC-PSOE), 1977.

[ii] Alfonso Guerra en sus Memorias también intenta justificar lo expuesto.

[iii] Los diálogos son traducidos del catalán al castellano.

[iv] Segundo presidente de la Primera República Española (1873-1873). Nacido en Barcelona, 1824.

[v]Primer presidente de la Primera República Española (1873-1873). Nacido en Barcelona, 1819.

[vi] Presidente del Consejo de ministros (1869-1870) estando la reina Isabel II en el exilio. Nacido en Reus (Tarragona), 1814.

Entrevista a Francesc de Carreras: «A Soraya Sáenz de Santamaría le aterraba el 155»

En su conversación con ‘Vozpópuli’, el catedrático e impulsor de Ciudadanos tiene claro cual fue uno de los episodios clave que le hizo alejarse del nacionalismo: la llegada de cordobeses a su pueblo de la juventud, la Bisbal

Entrevista a Francesc de Carreras:
 El jurista Francesc de Carreras durante su intervención en el manifiesto promovido por la plataforma `La España que reúne´ contra el acuerdo PSOE-Podemos en la sede de la Fundación Diario Madrid EP

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BEATRIZ JIMÉNEZ NÁCHER

 

PUBLICADO 10/04/2023 04:45

ACTUALIZADO 10/04/2023 08:55

Francesc de Carreras cita en sus memorias las voces que han construido la Cataluña actual. Entre sus labios salen episodios con Jordi PujolJosé Montilla o Joan Tardà en los que reflexiona sobre la deriva nacionalista de la autonomía, unos años en los que empezó siendo militante del PSUC a finales de los 60, jurista para la Generalitat siendo miembro del Consell Consultiu, pasando por la dirección del Departamento de Ciencia Política de la Facultad de Derecho de la Autónoma hasta el 2004. Catedrático de Derecho Constitucional, con la llegada del tripartito al frente de Pascual Maragall en 2003 empieza su actividad para la petición de un partido no nacionalista en Cataluña, junto a otros intelectuales como Arcadi Espada o Albert Boadella que supuso el germen de Ciudadanos.

MÁS INFO

En su conversación con Vozpópuli tiene claro cual fue uno de los episodios clave que le hizo alejarse del nacionalismo. Sus padres, que eran de naturales del Ampurdán, se compraron una casa en La Bisbal en los años 50. Fue entonces cuando Francesc empezó a veranear en el pueblo de adolescente, leyó a Prat de la Riba y empatizó con la idea de ‘nación’ catalana. Durante esos años, la industria cerámica de La Bisbal fue creciendo hasta convertirse en uno de los centros del sector más importantes de Cataluña y atrajo mucha mano de obra procedente de Córdoba, concretamente de un pueblo llamado Cuevas Bajas.

«Había dos comunidades y bares con cosas de picar andaluzas. La reacción de la gente de la Bisbal, que eran amigos de mis padres y parientes míos con buenos trabajos, como farmacéuticos, fue el desprecio. Era gente estupenda, pero acababan diciendo en un bar cuando llegaba un ‘castellano’ cosas como estas: ‘Este que ves con una gabardina, llegó muerto de hambre hace tres años’. Una actitud que ha denostado hasta estos días. Ahora, en una visita a Madrid con motivo de la presentación del libro ‘Un viaje para valientes’ de Eva Parera, la líder de Valents en Barcelona, De Carreras se ha reunido con este diario para ofrecer esta entrevista. Afirma que en Cataluña no existe oposición «porque funciona la política de bloques» y que impera una Cataluña ‘oficial’, la nacionalista, y ‘suboficial’, la constitucionalista, que hay que movilizar.

P/ ¿Es usted un socialista desencantado?

Soy un socialista desencantado con el socialismo catalán, con el PSUC e Iniciativa. Siempre he sido antinacionalista, bueno a partir de los 18 años. De pequeño mi padre era muy catalanista y mi casa estaba llena de libros, leí a Prat de la Riba y me entusiasmé. Pero se me pasó pronto, cuando empecé a pensar un poco y vi que el nacionalismo es una imbecilidad. Cuando lo vi en Iniciativa, me fui. Veía a Rafael Ribó (líder del PSUC y de Iniciativa per Catalunya) que era muy nacionalista… y a él le aguantaba pero luego me di cuenta que todo el partido pensaba lo mismo. Yo estaba en el PSUC desde el 1966 hasta el 1986, tuve mucho trato con los socialistas pero me engañaron siempre. A finales de los 90 con Iceta y Montilla fundamos el Foro de Babel donde hicimos manifiestos pidiendo el bilingüismo y diciendo que el secesionismo era algo reaccionario. Todos estos me decían ‘oye cuando saquemos adelante a Raimon Obiols y a Pascual Maragall, este será nuestro programa’. Joder, y luego hicieron el Estatut. Y pensé, iros a la mierda, he perdido el tiempo con vosotros’.

P / ¿Esperaba usted antes del tripartito que los socialistas no fueran nacionalistas?

Lo creía por estas conversaciones que mantenía con Iceta y su grupo, con José María Sala, que era el secretario de Organización, y Montilla que siempre pagaba la comida. No decía nada, y luego pagaba, la comida de siete u ocho, pero debía de ser la caja del partido. Y con estos la verdad es que confié… los capitanes los llamaban. Unos tíos que iban subiendo en el partido. Y ahora prefiero a Obiols y todos estos. Eran muy nacionalistas pero los prefiero porque eran claros.

P / Has escrito alguna vez que el PSC ha sido el colaborador necesario para el nacionalismo en Cataluña.

Siempre ha sido así, porque sin el PSC el nacionalismo quedaría a la derecha y ERC como residual. Pero al juntarse el PSC en el tripartido con ERC e Iniciativa, ya se blanqueó lo que era el nacionalismo. El tripartito fue un desastre en aquel momento y ellos siguen con esa postura. Ciudadanos entonces empezó a subir: en el 2012 pasó a 3 a 9 escaños y en el 2015 de 9 a 25 en tres años. Luego pasó de 25 escaños a 37 escaños. Ese era el público que buscábamos en Ciudadanos: el socialista que habla en castellano con su familia pero es bilingüe, no anticatalanista, porque hay dos Cataluña que se pueden entender.

Ese era el público que buscábamos en Ciudadanos: el socialista que habla en castellano con su familia pero es bilingüe

P/ ¿Illa ha abandonado a esa gente?

Illa es la última decepción. Yo con Illa había estado hablando cuando era Secretario de Organización porque me llamó. Pero su origen en política fue por Romá Planas Miró, que era alcalde socialista de la Roca y era un hombre del mundo de Tarradellas*. Miró era el que decía que las cosas tenían que cambiar dentro del PSC, y fue quien hizo entrar a Boadella en el año 1995 o 1996. Los políticos, por el cargo, renuncian a lo que sea. Porque un partido, si quiere ser fuerte, tiene que colocar a los suyos. Cuando haces de la política una profesión, claro, es tu profesión. No puedes perderla. Si solo tienes la política sin alternativa, es jodido.

P/ Hablando de los demás patidos en Cataluña. ¿Cree que la actual estrategia pragmática de ERC es útil?

Yo creo que hace muy bien en ser pragmática, porque fíjate lo que está consiguiendo: indultos, eliminar la sedición, que es una manera de tener amnistía. Está consiguiéndolo todo, dando ayuda al Gobierno. El pragmatismo se basa en que Pedro Sánchez necesita a ERC para las mayorías. De hecho, no solo es ERC, es Esquerra y Bildu que van juntos. Son 13 diputados de ERC más los otros de Bildu, más el PNV más Compromís etc que le dan la mayoría. Han hecho este Gobierno aberrante a base de ir cediendo por un lado y por otro… y sin rumbo.

El pragmatismo se basa en que Pedro Sánchez necesita a ERC para las mayorías.

P / Sin embargo, su programa nunca ha dejado de ser nacionalista. Este entendimiento con el Gobierno, con la Mesa de Diálogo mediante, ¿puede tener repercusión en las municipales por dar la impresión de jugar a dos bandas? sobre todo pensando en los votantes más radicales de Esquerra.

Siempre ha habido un trasvase entre Junts y ERC. Incluso en la época de CiU. De hecho era casi exacto, lo que perdía ERC lo ganaba CiU y viceversa. Si miras las series en Cataluña, en las generales son distintas pero en Cataluña prácticamente era así. ERC en este momento parece que es menos radical, sobre todo por Puigdemont, pero la gente también ve lo que está dando Madrid y eso es gracias a Esquerra, no gracias a Junts. Lo veo como una táctica muy buena.

P / Junts, que afronta una crisis interna por el ‘caso Borràs’, ya condenada, y la salida del Govern, parece que necesita a Xavier Trias para tener algo de peso en las municipales. ¿Crees que esto es una señal más de crisis? ¿Cómo puede afectar la victoria de un ‘moderado’ a los de Puigdemont?

En cierta manera se fueron precipitando a la crisis. Desde Puigdemont a Laura Borràs, cada vez eran más descerebrados, más extremistas, bien porque necesitan ganar espacio a ERC o porque lo eran ellos en sí mismos. Se trata de nacionalistas y Convergencia lo era mucho, tanto como ERC. Creo que a Trias lo han cogido porque puede obtener en las municipales muchos votos que irían a ERC, pero sobre todo puede robar votos al PSC. Votos de gente de la Diagonal para arriba, que igual estaban resignados con votar al PSC por ver en el perfil de Salvador Illa a un hombre tranquilo. Lo que pasa es que se ha plegado a Sánchez. Piensan que Illa no les llevará a desastres. Que Trias es de los suyos. Porque es ‘el Xavier’, porque es sensato y moderado, y le puede sacar muchos votos al PSC, en este sector y en Barcelona.

Trias le puede sacar muchos votos al PSC

Luego, lo de que quiten en logo de Junts de la candidatura de Trias es algo que se ha hecho siempre en política. Junts va asociado al extremismo, a Borràs, a Torra y a Puigdemont. Pero Trias es otra cosa. Es la antigua Convergencia, esa es la imagen. Representa a los moderados dentro de la antigua Convergencia. Entonces creo que es un acierto. Al principio me pareció un poco estrambótico pero con el tiempo y con las encuestas, está subiendo de posición. Collboni, por su parte, no tiene ninguna personalidad especial, es uno que ha militado en las juventudes socialistas y no se ha salido de cargos del partido. Hay que pensar que el PSC representado por Collboni aprobaba las políticas de Colau. Creo que Trias hará daño al PSC. De hecho, creo que si gana y garantiza cargos a los de Junts, incluso el más radical dirá ‘bueno’, si le meten en el Instituto Municipal de la Vivienda…

P / ¿Cree que la causa secesionista está dehsinchada?

El nacionalismo después del 2017 y la cárcel ha logrado los indultos, y luego lo de la sedición. Tienen la promesa de Pedro Sanchéz en la mesa de diálogo que se hablará de la autodeterminación. Y por mucho que Sánchez diga que no habrá autodeterminación, no es de fiar. Yo creo que no habrá autodeterminación pero sí un acuerdo para que Cataluña tenga una situación especial. Lo volverán a hacer pero de otra manera, y esa otra manera es lo que quería Pujol. Él, que era muy inteligente, sabía que la independencia era muy difícil pero que había que luchar para que tuviera una posición distinta al resto de CCAA.

Y por mucho que Sánchez diga que no habrá autodeterminación, no es de fiar. Yo creo que no habrá autodeterminación pero sí un acuerdo para que Cataluña tenga una situación especial

Eso es lo que no aguantan, ser un Estado federal. Ser un estado dentro de un Estado. Pero los vascos sí que tienen algo especial, que es el concierto. Pujol lo rechazó en el año 80 porque tenían miedo. Los vascos pagan los impuestos pero el IRPF y todo esto lo dan a las diputaciones vascas y Pujol pensó que les odiarían si cobraban impuestos. También hay que pensar que era algo muy a la antigua. Estamos hablando de la construcción de todo esto, del 77 y el 78. Y el concierto vasco lo tenían porque Franco lo mantuvo, pero venía de las Guerras Carlistas, se veía como una cosa medio carlista. Recuerdo a Miquel Roca que decía que era una tontería.

P / ¿Entonces, crees que no habrá otro referéndum sino que se pedirá otro tipo de Estatut?

Sí, esto quieren. Quieren privilegios económicos, lingüísticos… pero sigue habiendo recursos judiciales que los pierden en este sentido. El decreto del catalán tuvo el apoyo del PSC. El ‘procés’ ha sido el desprecio y el no sentirse obligados por el derecho. Básicamente fue que en 2012 dijeron ‘las leyes no las cumpliremos’ y empieza la declaración del 2013 en el Parlament donde se dijo que la soberanía está en el pueblo de Cataluña. Esto lo vota un Parlamento. Es el desafío. ‘Nosotros no vamos a cumplir las leyes’. En 2014 hacen el referéndum, al que el Constitucional dice que no. Y en 2017, finalmente, se hace. Colau se añade en 2015, antes de ser alcaldesa, e hizo unas declaraciones siendo líder antiocupa en las que desestimaba que se cumplieran las leyes en favor de la ocupación. Afirmó que cumplirían «las leyes buenas». Todo esto es una posición defendible pero nos vamos entonces a antes del siglo XVIII, que es el Derecho Natural. Decide lo que es lo bueno el que manda. Esto es antidemocrático.

El ‘procés’ ha sido el desprecio y el no sentirse obligados por el derecho

Todo esto empieza realmente en 2012. Aunque no le echaría la culpa a Artur Mas, sí diría que fue débil. Yo tenia un amigo dentro de la Ejecutiva de Convergéncia en esa época y me decía que, a parte de él, nadie decía nada en las reuniones. Todos estaban de acuerdo en el programa hacia la independencia. Mas no se lo creía y en privado decía: ‘qué quieres que haga, intentaré pararlos’. Hubo un momento de entusiasmo general. Que es lógico. Por un lado porque era el camino que Pujol fue preparando en los 60, porque tenía una idea profética, y luego porque ese año hubo una pugna.

Esquerra antes del 2000 no era nada, era un acólito de Convergéncia. El líder de los que votaban a Esquerra era Jordi Pujol pero ya en los 90 empiezan a tener líderes con cabeza, como Carlod-Rovira, y después Joan Puigcercós e incluso Tardà. Y ahí hubo celos porque en el 2003 se funda el tripartito en el que ERC hace una jugada muy hábil porque pactan con el PSC. Ahí empieza Convergencia con la rivalidad con ERC. Llega un momento en que era a ver quién la dice más gorda. Porque el ‘España nos roba’ fue una idea que tuvo ERC de decir ‘bueno con el nacionalismo identitario hemos llegado a donde Pujol: es algo, pero no mayoritario, hay que buscar otras causas para que la gente tenga manía a estar dentro de España’. Las causas económicas las entenderá mucha gente, pensaron.

Llega un momento en que era a ver quién la dice más gorda. Porque el ‘España nos roba’ es una idea que tenia ERC de decir ‘bueno con el nacionalismo identitario hemos llegado a donde Pujol: es algo, pero no mayoritario, hay que buscar otras causas para que la gente tenga manía a estar dentro de España’.

Y se inventaron las cifras falsas de las balanzas fiscales. Algo que Ángel de la Fuente, director de FEDEA y antiguo compañero de Ciudadanosquiso comprobar y empezó a contar. Y no paraba de decir ‘no me sale’ con las balanzas. Tardó un año, y estuvo mirando todo, sacó que según el planteamiento de Mas-Colell son 4.000 millones de déficit y no 16.000, algo que era proporcional, como un länder alemán rico respecto a un pobre. Pero que ‘España nos roba’ fue un mensaje devastador, porque gente que identitariamente no estaba con el nacionalismo aunque hablaba catalán y le tocaba los cojones porque le exigían niveles de castellano decían que, si encima le robaban, se iba con los nacionalistas.

P / Tu firmaste un manifiesto en septiembre de 2017 llamado ‘Parar el golpe. 500 profesores en defensa de la democracia constitucional’ en el que pedías al Gobierno, junto con otros académicos, que hiciera uso «de la fuerza legítima que el Estado le corresponde en exclusiva, de tal manera que las resoluciones judiciales no caigan en el vacío con el consiguiente daño para el Estado de Derecho». ¿Fue el 155 una decisión acertada?

El 155 tenía que aplicarse durante el 6 y 7 de septiembre, porque lo que se decía allí era bestial. El Parlament aprobó dos leyes para estar por encima de la Constitución. Ya habían avisado 18 meses antes del 1-O cuando la CUP impuso que había que votar si o si: referéndum o referéndum, decían. La ley del referéndum del 6 dice absolutas barbaridades en el primer y segundo artículo, deberían haber empezado a aplicar ahí el 155. Tardaron mucho. Aquel día fue cómico, con Rajoy preguntándole a Puigdemont que qué había querido decir al proclamar la independencia. Pero estaban así. Yo hablé con Soraya (Sáenz de Santamaría) desde Moncloa y le aterraba el 155. Le dije que también existía el Estado de sitio, que recogía cuestiones relativas a romper la unidad territorial. Y ella decía ‘qué barbaridad’. El 155 ya le aterraba. Preguntaba ‘¿pero tu crees que tendremos que aplicarlo?’ Joder que está en la Constitución, ni siquiera es un estado de excepción. Es un mecanismo que ya lo planteó Felipe (González) por Canarias en una cosa del aeropuerto. *

P / ¿No cree que tuvo un efecto inverso la entrada de la Policía en los colegios electorales?

Yo creo que el PP se equivocó, y los Servicios de Inteligencia fueron desastroso. Yo me enteré por mi hija que tenía a las niñas en el colegio y el día anterior al referéndum me dijo que había recibido un comunicado de los padres del colegio para dormir en en las aulas. Se iba a votar, y era evidente. Esos días un cargo del PP me presentó a un alto cargo de la Guardia Civil y me dijo que la intervención de la Policía fue un error. Y me dijo que el error también fue confiar en Trapero, que dijo que lo tenía todo controlado. Mentira, fue un gran traidor. La Policía tendría que haber ido a las 7 de la mañana a recoger las urnas.

P / ¿Cree que la radicalización de la sociedad catalana y el nacionalismo son reversibles?

Siempre ha habido un sector radical en Cataluña, pero que tanta gente esté así, eso sí es nuevo. Solo una cosa puede pasar: que cambie el clima, y yo no lo veré. Que llegue a ser presidente de la Generalitat alguien no nacionalista. Por eso el PSC es tan traidor porque hace lo contrario. Ese era el espacio que ocupaba Ciudadanos, y por eso le digo a Eva Parera y a esta gente que movilicen ese voto, en los barrios de Sabadell, Terrasa… votos no nacionalistas. En las últimas elecciones en Cataluña votó el 51%, hay mucha abstención.

* Fue secretario del que fuera presidente de la Generalitat en el exilio Josep Tarradellas, y cuya labor fue importante para su regreso en 1977.

*El presidente de Canarias, Lorenzo Olarte, se negó a aceptar la supresión de aranceles que implicaba la adhesión a la Comunidad Económica Europea. Aunque nunca se llegó a activar el 155.

EL ÚLTIMO SOCIATA

Recuerdo con agrado cuando en una de esas reuniones propuestas por Sociedad Civil Catalana, uno de sus dirigentes―Joaquim Coll, asiduo articulista en Crónica Global y respetado investigador en eso que llamamos la Historia―me insinuó, al presentarme por mi apellido, Valencia, la enorme probabilidad de encontrar entre mis antepasados alguno de procedencia judía. Fue algo que al primer momento no lo tuve en consideración; sin embargo, pasado el tiempo, tuve la oportunidad de comprobar que mi ilustre colega tenía razón. En efecto, tras ardua investigación descubrí a mi último ascendiente conocido, Fray Juan de Valencia, posiblemente un descendiente (castellano nuevo) de un judío converso nacido a mediados del siglo XVI. Éste, y sus antepasados más cercanos, obligatoriamente tuvieron que esconder o renegar de sus apellidos ancestrales so pena de no caer en desgracia y acabar en la hoguera mediante un Auto de Fe, asiduamente utilizado por los secuaces de Tomás de Torquemada, Primer Inquisidor General de Castilla y Aragón para mayor grandeza de la Santa Inquisición.[1]

Este año he asistido de nuevo a la conmemoración del Dia de la Hispanidad, 12 de octubre, celebrado en el concurrido Paseo de Gracia barcelonés. La asistencia al acto fue realmente destacable, aunque insuficiente en su número para el periódico de turno, pues siempre han de compararse con algo. Mi sorpresa fue que, esta vez, la representación cultural de los diversos países iberoamericanos que antaño formaron la comunidad hispana, han empezado a tomar protagonismo en este tipo de manifestaciones. El colorido, su vestimenta tradicional, y el ritmo musical de su abundantísimo folklore convirtió esta jornada reivindicativa en un espectáculo unitario para ejemplo de todos los presentes, de hermanamiento de múltiples culturas, que se resisten a negar su herencia del pasado y―lo más importante―su derecho al futuro. Basta solo con observar como cientos de personas, barceloneses en su mayoría, y emigrantes allende los mares, contemplaban con alegría el sorprendente espectáculo.

La representación política en este evento se distribuyó como en los últimos años desde el espectro centrista casi inapreciable protagonizado por C’s, hasta pequeños grupúsculos entablados en la extrema derecha, pasando por una extensa representación del PP y menormente de Vox. Una vez más, la representación oficial socialista fue inexistente, teniendo la sensación de sentirme de nuevo el último sociata dentro de una comunidad que, queramos o no, seguimos formando parte de ella.

Sé que muchos compañeros socialistas opinan que el Dia de la Hispanidad, su significado para nuestro país, para la comunidad iberoamericana y resto de países que antaño formaron parte de la cultura española, no va en la línea progresista y reivindicativa que intenta encabezar nuestro partido. Yo pienso que es un error, y sigo en la esperanza de que volvamos al camino correcto. La influencia que aún perdura en parte de la sociedad española sobre la reminiscencia franquista y de represión que simboliza una fecha tan señalada, todavía sigue sin resolverse. Y no les quito razón; aunque, también corresponde señalar que dicha festividad siempre fue celebrada desde principios del siglo XX, y más aún, en tiempos de la II República Española en su etapa progresista; por tanto, reniego de sentirme excluido, lo mismo que muchos españoles y catalanes, de una celebración que es inherente a nosotros y a la mayoría de los españoles. En esa línea, la nueva ley de Memoria Democrática tendría algo que decir pues, algo ha tenido que ver la confusión y manipulación histórica provocada en Cataluña por algunos historiadores y políticos mal intencionados en su intento de inducirnos a pensar que el “malvado castellano” vino a usurpar el derecho democrático de algunas instituciones catalanas. Estos gurus de la historia, muy protegidos por los medios de comunicación, interpretan los acontecimientos del pasado con una perspectiva actual, intentando “democratizar” unos hechos que ocurrieron hace más de tres siglos, cuando el sistema feudal todavía imperaba en las instituciones monárquicas, también en las catalanas. He aquí la incongruencia en ver, por un lado, a nuestra máxima representación política en actos relacionados con el 11 de septiembre; y por el otro, la práctica desaparición institucional en un día tan señalado como el de la fiesta nacional. Por otro lado, tampoco podemos renegar de la responsabilidad histórica derivada de la colonización del Nuevo Mundo, pero eso no evita mi discrepancia en lo relacionado con la manipulación histórica de los hechos realizados por nuestros ascendentes en base a una concepción de lo que hoy entendemos por el ´significado de “conquista”, y no cómo se entendía a finales de la Edad Media y principios de la Moderna en la Europa más avanzada. No podemos caer en el error de pensar que nuestros antepasados fueron a América siendo conscientes del exterminio que crearían entre la población autóctona, transmitiendo ellos mismos enfermedades como la viruela o la sífilis como método de aniquilación. No se trata de justificar nada, sino de reivindicar el derecho de analizar el pasado en un estricto contexto histórico del momento en que sucedieron. La civilización, la cultura, y el concepto de conquista por la gracia de Dios y del Rey llegaba a lo que llegaba en aquellos tiempos, y de ahí no debemos salir. No queramos interpretar, como ejemplo, que el comportamiento ético y moral de los Reyes Católicos habría de asemejarse al de nuestro monarca actual.

Todos hemos observado el intento injustificable de mancillar el legado histórico del descubridor del Nuevo Mundo, un personaje que murió sin ser consciente de lo que había descubierto; así como la deshonra de todo lo referente a Cortés, Pizarro o Fray Junípero. Espero que esta reacción iconoclasta, probablemente ampliada con un interés político, desaparezca y volvamos a la realidad, ya que, por esa regla de tres, toda civilización y sus dirigentes desde Alejandro Magno hasta nuestros días, podrían desaparecer de la faz de la tierra.

En definitiva, interpretar la historia bajo un prisma ideológico o de oportunismo político solo nos llevará al confusionismo y a la desconfianza ante el futuro. Somos lo que somos porque respetamos el pasado, nuestro pasado, como algo inherente a nosotros, aunque no nos guste. Cualquier intento de cambiarlo o manipularlo porque resulte favorable a los intereses de un colectivo determinado, estará abocado al fracaso y a la frustración colectiva. Que no nos confundan, créanme que, aunque alguna vez hallamos soñado en ser lo que no somos, al final, la historia siempre nos pone en nuestro sitio. En mi caso, confieso que alguna vez pensé en haber tenido una ascendencia noble. Pues ya lo ven, me he tenido que resignar a ser lo que soy. 17/10/2021.

                                            Eduardo Valencia Hernán, Doctor en Historia Contemporánea.


[1] Recomiendo la lectura de El último judío escrito por Noah Gordon.

EL ORÁCULO DE LOS DIOSES

Dícese que, en tiempos antiguos, el Oráculo de Delfos, lugar de culto dedicado al dios Apolo, era el lugar indicado donde personajes y mandatarios célebres de todo el mundo conocido, acudían para conocer su futuro. Incluso el rey Leónidas, el de los 300, estuvo allí antes de sucumbir en el paso de Las Termópilas.

El 14 de febrero último los ciudadanos de Cataluña fuimos convocados a las urnas para elegir a nuestros representantes políticos en una nueva legislatura. El resultado, como cabía esperar, fue esperanzador para unos y desilusionante para otros. Los datos son concluyentes, el partido más votado ha sido, tras casi dos décadas de incomprensible decadencia, el PSC con 652.858 votos, seguido por los partidos independentistas ERC con 603.607 votos y JxCAT con 568.002 votos. El resto, desde Vox hasta el PP, pasando por los anarco-independentistas de la CUP, rondan en una horquilla variable entre los 217.883 votos y el que menos 109.067 votos.

Cerrado este apartado, de nuevo, volvemos a preguntarnos, ¿Y ahora qué? Respuestas hay para todos los gustos, depende a quien se le pregunte; sin embargo, algo está cambiando en esta sociedad y en sus representantes políticos o en parte de ellos, bien sea por hastío o por convencimiento. Por de pronto, parece ser que el desencanto en la ciudadanía va en aumento pues, aunque 2.939.597 ciudadanos ejercieron esta vez su voto, incluidos los nulos y en blanco, otros, 2.494.382 ciudadanos, la llamada abstención, decidieron quedarse en casa.

Pasado algún tiempo, volvemos a la parodia de interpretación de resultados, esta vez en el ámbito parlamentario, donde hemos podido comprobar; por un lado, el fracaso de un modelo de gobierno obsoleto que se aferra a un objetivo inalcanzable, la ruptura de España, a costa de hundir la convivencia social, con la ayuda de los anarco-independentistas; y por el otro, el resurgir de un nuevo liderazgo socialista ganador de las elecciones, cabeza visible del denominado sector constitucionalista, que junto con otros partidos, desde Podemos hasta la extrema derecha representada por VOX, nos guste o no, forman el contrapeso a la vorágine secesionista. El desánimo en la sociedad catalana está servido y pocos hay que auguremos una salida positiva a este bucle en que nos encontramos.

Llevamos más de dos siglos y cuatro guerras civiles, si contamos las carlistas, fermentando y envenenando cada vez más a una sociedad, la española, y una parte de ella, la catalana, que ninguna de las dos se lo merece. Hasta ahora, y más en el último siglo, hemos optado por el sistema que ya el filósofo Ortega y Gasset lo mencionaba como la “conllevancia”, o sea, dos sociedades diferenciadas en connotaciones lingüísticas y culturales que se complementan bajo el pacto no escrito de “vamos a llevarnos bien”. El fracaso cada dos o tres generaciones estuvo servido, llegando al conflicto en la mayoría de las ocasiones con un final traumático. No obstante, quien sea asiduo lector orteguiano habrá notado que, en sus escritos, el filósofo nos enseña el camino hacia una posible solución al problema teniendo como principio que las sociedades modernas, aunque convivan en un mismo territorio y, a pesar de existir entre ellas un hecho diferencial como describía Maragall, siguen desarrollándose en constante dinamismo y no evolucionan por el simple hecho de estar juntas sino ¡cuando hacen algo juntas! y sus objetivos son comunes.

Estamos viendo que Europa, aquella por la que Josep Borrell y tantos otros hemos luchado, se va descomponiendo política y socialmente tras el reto de la pandemia por sus egoísmos antagónicos que ya creíamos superados. Este es un reto que conseguir por todos. Es el momento de demostrar que Ortega se equivocaba al afirmar que “ser de izquierdas es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser imbécil”. Es el momento de aceptar que la clase política actual, reflejo de nuestra sociedad, arrastra con su fracaso a una desconexión con la realidad social. Por tanto, debemos dejar a nuevos interlocutores que reanuden el trabajo efectuado antes de ese alejamiento y que, con un nuevo enfoque, reanuden la búsqueda de objetivos comunes donde todos podamos encajar en lo posible. En esta tarea, intuyo que Salvador Illa, como líder de la oposición anti independentista está por la labor. Su posicionamiento sobre el cumplimiento de las leyes vigentes en defensa de las instituciones y de la Constitución lo demuestran. Ha comenzado un camino sin retorno tras años de ambigüedad identitaria y tiene claro que líneas rojas no se deben traspasar, una revolución tranquila que espero nadie la detenga.

Los errores deben corregirse. No tiene sentido que un partido ganador con más de 40.000 votos con respecto al segundo, ni siquiera pueda contar para formar gobierno. Es un fraude electoral a los que votaron mayoritariamente. Lo mismo añado a la proporcionalidad de votos por escaño. Estamos en la era digital y las distancias territoriales han dejado de tener la importancia anterior. También es necesario flexibilizar y modernizar lo que todos conocemos como la Ley de Inmersión Lingüística, respetando los derechos de los hablantes, tanto en catalán como castellano, defendiendo una escuela común sin separar por razón de lengua, aunque, eso sí, rehuyendo de la estrategia de entender la lengua catalana como el centro de gravedad del sistema educativo y de comunicación pública. La lengua sirve para entenderse, no para diferenciarse.

En estos días, se cumple un año desde que se dio la alarma por la llegada de un intruso viral que nadie esperaba pero que, sin ser invitado, entró en nuestras casas, en nuestras vidas, arrasando todo lo que venía por delante. Pasado un tiempo, comienzan a proliferar aquellos personajes conocidos a lo largo de la historia de la humanidad, que sin tener una idea o solución clara de lo que hablan, se atreven a pronosticar cómo será nuestro futuro. Son los llamados “sabios ignorantes”. Ante esto, no queda otro remedio que luchar contra ellos antes de que nos arrastren con sus predicciones. Si Biden y la sociedad norteamericana han podido derrotar al mal ¿Por qué no podemos nosotros? Como dicen los sabios, sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender, aunque parezca que eso es un lujo específico del intelectual, por eso, siempre se ha de estar mirando el mundo con los ojos dilatados por la extrañeza. Y si eso no funciona, solo deseo no verme en la tesitura de pedir a estos políticos endiosados en su verdad que suban el monte Parnaso para encontrar la inspiración perdida, y que tengan la suerte que yo no tuve, de captar la atención de la Pitonisa en la búsqueda de una respuesta que satisfaga su curiosidad de ¿qué quieren ser de mayores?

                                                                                         Eduardo Valencia, abril 2021

LA IZQUIERDA NO IDENTITARIA EN CATALUÑA. Esplendor y declive

 

 

ORIGEN DEL INDEPENDENTISMO EN LA CATALUÑA DEL SIGLO XXI. LA ASAMBLEA DE CATALUÑA

Esplendor y declive en Cataluña del socialismo no identitario (FSC-PSOE)

 Agradezco la oportunidad que me habéis ofrecido de estar aquí con vosotros para poder aportar un nuevo enfoque al origen de lo que muchos conocemos como el “problema catalán”. Todos, o la mayoría de los aquí presentes hemos visto el resultado y las consecuencias que han provocado una parte de la clase política catalana apoyada por buena parte de la sociedad. Yo, lo que quiero aportar aquí es demostrar cual fue el origen y la estrategia seguida por los políticos catalanistas que derivaron en su actual deriva independentista; y por otra, los errores cometidos por el sector político “no identitario” a lo largo de los últimos 50 años. Seguir leyendo LA IZQUIERDA NO IDENTITARIA EN CATALUÑA. Esplendor y declive

Carta a los hombres sin memoria

Dijo una vez el sabio que sorprenderse o extrañarse, es comenzar a entender. Por eso los antiguos relacionaron a Minerva con la lechuza, el pájaro con los ojos siempre deslumbrados. En efecto, esa es la sensación que muchos españoles estamos asimilando en las últimas semanas. El pacto, la votación y la composición del nuevo gobierno mixto, en lo que a partidos se refiere, está dejando pasmados a unos cuantos o, extrañados a otros ante un futuro incierto.

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En un país con muchos derechos, pero con pocos deberes

Todos hemos visto, algunos en directo y otros en diferido, lo que el ser humano es capaz de hacer cuando su modus operandi es actuar en grupo, sostenido por una serie de consignas que alientan a la lucha, en base a no sé qué emoción o sentimiento compartido. Todo en el nombre de una tierra, que ya no es tal, y de una cultura que se nos impone, a una parte de la población, a base de novelas de caballería o tergiversando la Historia. Vamos a dejarlo ahí.

Contemplamos, algunos con tristeza, los que vivimos aquí; y otros con perplejidad, los que viven en el resto de la España visigótica, que es como nos definía el honorable señor Pujol, el principio o quizás el final, Dios lo quiera, de un esperpento intelectual que dura ya más de un siglo.

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Un gran éxito electoral en Sant Pol de Mar

Recientemente se han celebrado elecciones municipales -como todo el mundo recuerda- en ellas los miembros de AGORA SOCIALISTA hemos participado varias listas, concentrando nuestros esfuerzos en la de Sant Pol de Mar. Asumimos el reto de conseguir concejalías en uno de los municipios de la provincia en los que el ayuntamiento estaba copado por los partidos independentistas. Seguir leyendo Un gran éxito electoral en Sant Pol de Mar

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