MANIFIESTO DE LOS SOCIALISTAS

Nuestra razón de ser es la lucha contra la desigualdad
Las últimas elecciones generales nos han dejado un panorama desolador en cuanto a la estabilidad política catalana y nacional se refiere. En este sentido, Ágora Socialista, como corriente de opinión oficial dentro del PSC, considera que ha llegado el momento de plantear a la militancia socialista un nuevo proyecto que sirva para reunificar e impulsar la confianza perdida entre nuestro electorado natural e indique el camino hacia una solución al conflicto planteado.

Todo ello pasa por una reactivación política interna de la militancia, de sus dirigentes y, por encima de todo, por ofrecer a la ciudadanía un nuevo acuerdo, un Contrato Social entre los gobernantes y los gobernados que nos permita tener esperanza ante el futuro y recobrar la confianza en la política y en quienes hacemos uso de ella, regulando la distribución y el ejercicio del poder. Un pacto que reconozca, tal como se contempla en la Constitución, que España está formada por regiones y nacionalidades, siendo el significado político de “nacionalidades” el ser naciones sin Estado. En esos términos, la ciudadanía concede plenitud e igualdad de derechos y deberes a los ciudadanos, y la nacionalidad supone el reconocimiento explícito de todos los españoles de las raíces culturales de cada persona.
Esta declaración de intenciones debe aceptar por encima de todo que cualquier decisión política, ha de responder al propósito de atender las necesidades del bien común de todos los españoles, aplicando todos los medios y experiencias acumuladas desde el Poder. Estas decisiones deben circunscribirse al contenido de lo pactado en el Contrato Social con un lenguaje jurídico claro y conciso para ser valorado políticamente. Recordemos que los Partidos Políticos no pertenecen a su militancia, son patrimonio de la sociedad, representando las aportaciones políticas y culturales de su historia.
Este pacto social supone la viva expresión de un modelo de convivencia en el que no se pretende dirimir diferencias sino aunar todas las afinidades posibles. Es decir, si a las leyes se les atribuye la potestad de dirimir diferencias, al Contrato social se le encomienda la forma de integrar esas diferencias.
Fruto de ese entendimiento debe surgir la confianza entre todos para poder dar respuesta al modelo de sociedad que pretendemos del cual depende nuestra supervivencia colectiva. Un modelo que ha de estar reflejado en el Contrato Social suscrito entre el Poder y la Sociedad y dé respuesta a la falta de entendimiento que ha provocado en las personas el agotamiento y la pérdida de confianza que antaño les merecía sus instituciones.
Ágora Socialista, en virtud de su responsabilidad al formar parte del colectivo socialista y de su ánimo por aportar soluciones que satisfagan al bien común, propone, y así lo presentará en el próximo congreso del PSC, una serie de propuestas condensadas en un programa político basado principalmente en lo anteriormente anunciado como el Contrato Social con la ciudadanía, donde la democracia es el modelo de convivencia que legitima la gestión del Poder y garantiza los derechos individuales y colectivos.
El modelo económico debe ir encaminado a la búsqueda de soluciones que no permitan depender la economía de los flujos de capital, activando la gestión a través de las actividades económicas. La nueva dinámica social debe anteponer las necesidades de la sociedad a los intereses económicos de poderes transnacionales entendiendo que el reto político de nuestra civilización nos compromete en un marco de actuaciones donde no puede haber política sin economía, ni economía sin política.
En cuanto al modelo de desarrollo, entendemos que nos debemos apoyar en la actividad social para obtener un óptimo rendimiento de la riqueza posible. La competitividad verifica las actividades económicas. Es decir, con idénticas prestaciones son más eficientes las actividades con menor precio. Lo que sucede es que, con la mundialización, la competitividad no solo depende de cada empresa sino del entorno económico y político de cada país. En consecuencia, si seguimos bajando salarios, conseguiremos mayor crecimiento pero, seremos más pobres. Sin la ayuda del crecimiento económico global, solo mejoraremos la riqueza con bienes menos competitivos, gracias a un modelo fiscal que lo permita. Mientras tanto, tenemos que asumir que hemos de mejorar la eficiencia del sector público comunitario y estatal. A este respecto adelantamos nuestras líneas generales de actuación preferencial basadas en que:
• Debemos aceptar la regulación y la alternancia en el legítimo ejercicio de los poderes del Estado.
• Se debe estar legitimado para gobernar la mayoría que consiga el beneplácito de la soberanía popular.
• La democracia instituye los derechos de la mayoría, con la condición de que no conculquen los de las minorías.
• En una misma sociedad, todas las personas tienen iguales derechos y deberes.
• La política fija las prioridades de gobierno.
• La libertad de cada persona debe ser compatible con la libertad de los demás.
• Esta permitido todo lo que no esté prohibido.
• El Federalismo entendido en base a la igualdad y la justicia social permite regular la diversidad de cada Sociedad.
• La economía es un instrumento de la política.
• La eficiencia de la sociedad y de su gasto público, debe ser tan estricta como la que se atribuye al mercado, aunque la decisión del gasto esté legitimada por razones de carácter político.
• Los recursos públicos son patrimonio de toda la sociedad.
• Los impuestos suponen la contribución de las personas privadas o jurídicas al uso y disfrute de los recursos y medios públicos de cada sociedad.
• La negociación colectiva regula el valor del trabajo.
• Aunque la sociedad depende del interés general, su interpretación y validación debe contar con la legitimación popular.
• Para que la historia y la experiencia política cumplan su propósito social, la memoria debe ser memorable y evocada.
• Un código ético que contemple que si la riqueza es patrimonio de la actividad privada, ningún político debería hacerse rico. Que el mérito acreditado y la representatividad son el patrimonio de la política. Que no hay concesión a la demagogia.
La Junta de Ágora Socialista, Junio del 2016.
agorasoc@hotmail.com