La muerte de Muriel Casals

Imaginen esta frase dicha por cualquier diputado de las Cortes de Madrid: «Cualquier padre que quiera la enseñanza de su hijos en catalán es un maltratador. Usa y abusa de sus hijos». Sería suficiente vergüenza como para descalificar a esa persona de la vida pública. Sería abominable, abriría telediarios. Sería ejecutado públicamente en TV3. Pues esa frase tan bestia, tan kafkiana, tan poco respetuosa, fue dicha en, precisamente, esa televisión pública por Muriel Casals… Leer estos días que Muriel Casals era una persona dialogante es como sugerir que mis columnas son poesía. La hipocresía tiene un límite, hasta con los muertos…

Clicar para leer a Carles Enric López en Crónica Global> 17/2/2016