Tengo que admitirlo: Desde que les vimos irrumpir en las televisiones, me caen gordo. Es de poca vergüenza democrática aprovecharse de la cancha y propaganda que dan a los señores de Podemos las televisiones y la derecha de siempre con el fin de hacer negocio y sobre todo para tratar de ignorar y siempre perjudicar a las formaciones izquierdas, PSOE y PCE/Izquierda Unida, ésta última a la que incluso los de Podemos y sus infiltrados pueden llegar a cargarse, cosa que ni el franquismo había conseguido.
Es asimismo de escasa dignidad democrática que los dirigentes de Podemos traten de equiparar a la derecha de siempre con la izquierda española de los últimos ciento y pico de años, y es una inmoralidad hablar de las fuerzas democrática refiriéndose a ellas como “la casta”, sin excepción, equiparación injusta e insultante por la que, servidor que es poco dado a los insultos, dediqué a esos personajillos algunos de los peores calificativos que se me ocurrieron entonces.
También es de auténtica vergüenza que los dirigentes de Podemos se hayan dedicado a hablarnos de pulcritud, de honradez y de ejemplaridad cuando a poco que se les ha ido conociendo han salido a la luz chanchullos y manejos en sus actividades y, muy particularmente, gravísimos episodios en la financiación de sus entidades, medios de comunicación y los entornos asociativo y partidario que los podemitas se han montado, uno de los más gordos es el relacionado con la astronómica “retribución” del Sr. Monedero con la excusa/tapadera de más que dudosos servicios de asesoramiento a la bananera república en la que sus recientes dirigentes han convertido esa Venezuela de la oposición encarcelada y del asesinato de manifestantes, por no hablar del oscuro manejo de fondos procedentes de otro gobierno tan “ejemplar” como el iraní.
Todo ello es como para que la gente se repiense esa aureola de limpias, puras, ejemplares y esperanzadoras perspectivas que tendremos a nuestro alcance con la aparición en escena de esos salvapatrias. Efectivamente, la pólvora ya está más que inventada y este país nuestro hace tiempo que no cree en milagros. Antes de que Iglesias y su camarilla vengan a decir a la gente lo que todos quieren oir, aquí hemos tenido muchos años de dictadura y cientos de miles de militantes en el PCE, en el PSOE, en los sindicatos de clase y en muchas organizaciones y entidades ciudadanas que padecieron y salieron de una larga dictadura y que se han aplicado a recuperar las libertades democráticas y a luchar por un estado de bienestar mucho antes de que llegaran los de Podemos pretendiendo dar lecciones y decirnos como se construye ese estado de bienestar.
Es fácilmente comprobable que esta gente aún no ha hecho nada ni puede presumir de realizaciones porque todavía no ha participado en gobierno alguno pero es que lo de ayer ya ha sido el colmo, es el colmo no sé si de la poca vergüenza, de la arrogancia y de la caradura porque, presentarse como hizo el Sr. Iglesias pretendiendo constituir en líderes de la oposición a cuatro niñatos sin ningún respaldo democrático medido en votos es, como mínimo, delirante, propio de embaucadores y charlatanes. Y creo que no soy duro, me quedo corto porque, Sr. Iglesias, señores dirigentes de Podemos, ustedes representan infinitamente menos que un gobierno y un partido como el PP a quienes no me une nada salvo lo derivado de mis convicciones democráticas, porque ellos han recibido millones de votos y ustedes, de momento, ninguno salvo unos cuantos millares de adhesiones telefónicas o a través de Internet de verosimilitud difícilmente comprobable.
Pero con todo y molestarme lo anterior en términos de normalidad democrática e institucional, lo que me sobrepasa ya es el pretender erigirse en líderes casi únicos de la oposición. Parece mentira que tengamos que recordarle a su crónico cinismo de sabelotodos que el principal partido de la oposición actualmente y en otras ocasiones partido de gobierno, el PSOE, desde su fundación en 1879 es el gran partido de la izquierda española y que el socialismo ha sido principalmente, desde siempre, la fuerza política que ha traído las mayores conquistas sociales y de libertades que hemos tenido los españoles.
Pepe Castellano. Febrero de 2015
Debe estar conectado para enviar un comentario.