Es totalmente inaceptable para gobiernos que se consideran a sí mismos demócratas que pongan, como ocurre actualmente, todo su poder mediático propio y privado adquirido por subvenciones bien meditadas, su poder económico, su poder político coercitivo al servicio de la causa secesionista cuando saben que, al menos, según las encuestas más recientes, un 45% de la población catalana se considera tan catalana como española y otro 5% tan sólo española. Extraña democracia. También son inaceptables los «voluntarios» de la ANC que a la manera de los piquetes informativos de las huelgas -conocidos por todos- informarán «amablemente» casa por casa a sus conciudadanos de las ¿ventajas? de la independencia de Cataluña, evidentemente, no de los inconvenientes, que de haberlos, haylos…
Clicar para leer a Mariano Ganduxer en Crónica Global> 16/11/2014
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