Sin ser supersticioso y sin creer que 2013 sea un número que tenga implícitamente la mala suerte y todo tipo de problemas, sí que es verdad que nos ha trasportado en el túnel del tiempo. No al paraíso que todos soñamos, sino a treinta años atrás, donde fraguábamos un Estado de libertades donde estas se ganaban con grandes manifestaciones, con huelgas y por supuesto, con pactos.
Clicar para leer a Isidro Carpio en Crónica Global> 30/12/2013
Debe estar conectado para enviar un comentario.