La candidatura de Mas, un regalo deliberadamente envenenado

La designación de Mas como candidato a la presidencia de la Generalitat ha sido una operación táctica llevada a cabo por sorpresa. Fue concebida por Jordi Pujol y otros dirigentes de CiU, todos contrarios a Artur Mas, según han expuesto a eldebat.cat fuentes de la cúpula de CDC. Fue aprobada inesperadamente en una reunión del secretariado permanente de CDC a la cual Mas no asistía, al estar fuera, de viaje.

Nueva operación de Jordi Pujol, Duran Lleida, Felip Puig y Miquel Roca

Alfons Quintà en El Debat> 24/4/2013 

Se enmarca en una compleja estrategia de debilitamiento de Mas, previa al acabamiento de su vida política. Fue revelada por este diario digital el pasado 19 de febrero. Entonces nació un nuevo paradigma político que continúa siendo plenamente vigente.

Aquella estrategia ha sido confirmada por hechos capitales, como la reunión del gobierno en el Palacio de Pedralbes, indecentemente teatralitzada por el diario gubernamental ‘La Vanguardia’.

Hacer pagar el muerto a Mas: «Jordi Pujol, Duran Lleida, Felip Puig y Miquel Roca Junyent, por no decir nada de Lluís Recoder, ni de un número creciente de cuadros del partido – me dice una de las fuentes — están convencidos de que Mas está llevando a CiU a una espectacular derrota electoral y a CDC hacia la marginación política, quizás definitiva».

¿Se da cuenta Mas? Cuesta de creer que no. Pero como «El general della Rovere» (Vittorio De Sica) personaje de la película homónima del genial Roberto Rossellini, Mas confunde su ficción (creerse ser un nuevo Moisès) con la realidad.

De presidente inútil a reelegido también inútil: Una realidad que, cómicamente, le obliga a ser candidato cinco meses después de ser elegido y de haber dicho y redicho que no se volvería presentar. Como ridículo no está mal. Ay caramba, ¿sería después de ser (muy eventualmente) reelegido que tomaría la primera medida en favor de la ocupación, dado que hasta ahora no ha tomado ninguno? Más vale no hacer la prueba.

De momento, los que le han montado la trampa, quieren que sea Mas quién pague por su inmensa inutilidad. Temen que intente sustraerse de su responsabilidad a base de usar más preocupaciones demagógicas. «Él tiene que pagar el muerto, o quizás, la muerte de CDC» me dice una fuente.

Un proceso traumático: Según esta fuente y otras, que disienten de Mas, desde dentro de CDC, afirman que han querido dar otro toque de atención a Mas, poniéndolo en el centro de la probable bajada electoral.

Uno de los informantes afirma: «En designarlo candidato a los cinco meses de haber sido elegido y ante un panorama nada alentador, le hacemos a Mas un regalo envenenado porque creemos que la supervivencia de CDC pasa por el hecho que él tenga que dejar la política. Fue él quien forzó a Recoder a abandonar un proceso de rotura pactada. Nos obliga a hacerle hacer el ridículo y a tener que pasar todos por un proceso que será más traumático. Él nos ha forzado».

Mas como reina madre: «Últimamente – me dice otra fuente – Mas ha querido aparecer como una reina madre, cuando es él quien está en el centro de todos los errores. El 25-N, tenía que haber optado por la necesidad de un receso. En cambio, ha ido tapando un error con otro error, para confundir a la opinión. Finalmente nos ha confundido a todos: ya no sabemos si somos de los nuestros, ni que significa ser de CDC. Desde el 25-N no se ha editado ni enviado a los cuadros ni un solo «Argumentari!». Es un hecho sin precedentes. La militancia no entiende nada».

La política de no tener una política: «Argumentari!» son unas hojas internas y reservadas que exponen y argumentan – de aquí el nombre – la línea política de CDC. De siempre han sido el elemento básico de la cohesión del partido. Precisamente ahora, en el bello medio año de desatinos constantes por parte de Mas los militantes han pasado cinco meses sin recibir ninguna comunicación interna que les pudiera aclarar. Resulta incomprensible.

Hace revivir una frase de Milovan Djilas (1911-1995) que de sucesor designado del dictador yugoslavo Mariscal Tito pasó a prisionero político. Djilas dijo: «La política del partido es que no hay política del partido».

El regante regado: A la vez, cada día más Mas se asemeja al personaje de uno de los primeros (1895) documentos cinematográficos, «El arroseur, arrosé» («El regante regado») de Louis Lumière. Un jardinero intenta regar pero sólo él se moja.

En el marco de duchas permanentes que Mas ha creado, el día de Sant Jordi de este año fue la antítesis de la vieja institución catalana de la «Paz y Tregua del Señor», que en el siglo XI estuvo en el origen de las Cortes Catalanas.

En efecto, Mas llevó a cabo una inefable predica hablando de la unidad de los catalanes, cuando precisamente su política ha convertido Catalunya en un modelo de enfrentamiento y de división, en un grado no logrado nunca antes. Aliñó la predica con una alusión lírica, o populista, a las rosas, flores que no tienen nada que ver con los problemas políticos y económicos del momento.

Duran Lleida, siempre contrapunto de Mas: Poco antes Mas había admitido que no tiene ningún apoyo europeo por el independentismo, cuando durante los últimos días ha ido queriendo hacer creer exactamente lo contrario.

Cómo ya es tradicional, Duran Lleida no ha perdido la ocasión para manifestar más realismo que lirismo. «Uno no puede ir de sonámbulo», dijo, mientras ponía de relevo una evidencia: que las piruetas de Mas no tienen ningún apoyo en la comunidad internacional. Concretamente Duran dijo: El proceso de independencia de Catalunya no tiene «padrinos» en la comunidad internacional.

Se entiende que Duran Lleida, como Jordi Pujol, como Roca Junyent, prefieran poner a Mas en una posición de más realismo y de más responsabilidad política concreta, no de lirismo floral o surreal.

En este sentido, forzándolo a ser candidato – de hecho, candidato a un golpe histórico – puede resultar una excelente operación para ir acompañando a Mas hacia la salida.

En el orden más inmediato, hay la dificultad que tiene Mas para hacer aprobar un presupuesto escalofriante. De ser aprobado, sería la losa final a toda apariencia de Estado del Bienestar. No teníamos Estado, pero si un cierto bienestar. Gracias a Mas y a los bobos que se tragaron su interesada y utilitaria rueda de molino, no tendremos ni una cosa ni la otra. Con esta realidad y responsabilidad fáctica, que ya quema a los ojos, ser candidato viene a ser como encargar el propio funeral. No soy capaz de imaginar que Jordi Pujol, Duran Lleida, Felip Puig o Miquel Roca Junyent derramen ninguna lágrima. No se les tiene que recriminar. Ha tardado, pero la máquina en contra de Mas está en marcha. Se lo ha ganado a pulso. En el día de Sant Jordi seguramente se acabó un Barça, y seguro que también se acabó un Artur Mas. El primer hecho es triste. El segundo es esperanzador, sea dicho sin lirismos florales, fumígenos y demagógicos.