Mas buscando un «choque de trenes»

«Una vez más – dice una fuente – Mas ha teatralizado la búsqueda de un acuerdo con el Estado para poder mostrar una voluntad de diálogo que no existe por su parte. Mas no puede obtener dinero de ninguna otra vía que no sea el Estado pero tampoco puede concebir quedarse sin el único apoyo político que tiene, el de ERC…

Alfons Quintà en El Debat> 3/4/2013 

Fuentes de CDC acusan a su partido de «seis de octubre económico»

Artur Mas está lanzado a provocar un «choque de trenes» inmediato con el Estado, según han indicado a este diario fuentes disidentes de CDC, concordantes con otras de naturaleza financiera.

Son personas que repetidas veces han informado de cuestiones inicialmente increíbles, pero que después han resultado ser exactas.

En una de las conversaciones, una fuente me ha dicho: «Mas ha optado por el camino de un «seis de octubre económico» para provocar una intervención económica por el Estado de Catalunya, creando así una polarización que le permita parar su bajada electoral y de expectativa de voto».

Un nuevo once de septiembre: Otra fuente afirma: «Mas puede provocar una derrota económica que puede resultar más degradante que la intervención militar de octubre del 1934, la victoria franquista del 1939 y la derrota militar del 11 de septiembre del 1714». Pasaría por la intervención económica que permite la ley. Mas intentaría aprovecharse de la consiguiente polarización, que es precisamente lo que todos los otros partidos, excepto ERC, quieren evitar.

La primera y la segunda fuente se refirieron preferentemente a los «hechos del seis de octubre del 1934» en que hubo una intervención militar, la suspensión de la Generalitat y el encarcelamiento del entonces presidente Lluís Companys. La responsabilidad catalana queda muy precisada en el libro del político catalanista Amadeu Hurtado «Antes del seis de octubre» (Quaderns Crema, Barcelona 2008). Es un libro de lectura imprescindible.

Mas hablando de martirio personal: Este diario informó, en base a una confidencia de un amigo personal de Artur Mas que este había hecho saber a su familia que había optado por una vía política que lo podía llevar a la prisión. La persona que me informó lo hacía riendo. Podría ser que el lirismo irracional que impregna sus piruetas se lo podría aplicar también a si mismo, bien cómicamente.

«Una vez más – dice una fuente – Mas ha teatralizado la búsqueda de un acuerdo con el Estado para poder mostrar una voluntad de diálogo que no existe por su parte. Mas no puede obtener dinero de ninguna otra vía que no sea el Estado pero tampoco puede concebir quedarse sin el único apoyo político que tiene, el de ERC. La radicalidad de las declaraciones del martes de Francesc Homs y las del propio Mas de hoy miércoles muestran cuál es su opción real».

«Todo puede cambiar en muy poco tiempo»: En su intervención de hoy miércoles, Mas ha hecho unas afirmaciones que pueden ser muy aclaratorias, en relación a lo que se expone. Afirmó que «mi voluntad es que la legislatura dure lo que tiene que durar», matizando «Este es mi propósito y mi voluntad, si bien las variables son muy grandes y todo puede cambiar en muy poco tiempo». Esto último no era una elucubración, me dicen las fuentes, que destacan el uso de expresiones como «situación de emergencia» y «estado de supervivencia».

Dos factores, uno de último momento, han pesado con fuerza. Uno se trata de la interlocutoria del juez del «caso Palau», hecho pública hoy mismo, pero de la cual ayer Mas podía tener una idea. Su texto permite sospechar que podría aparecer la responsabilidad de Artur Mas, por haber sido el secretario general de CDC en el momento de los hechos. El texto de la interlocutoria ha creado una gran preocupación personal en Mas.

Una Generalitat en quiebra total: El otro factor son los inmensos pagos que están a un punto de caer, en poquísimos días, sobre la Generalitat. Dado que, repito, la única fuente posible de dinero es el Estado, no es ni imaginable que Rajoy pueda ayudarlo, como no fuera con hipotéticas contrapartidas inmediatas, y todavía.

Los datos son estremecedores. De entrada, este mes de abril vencen 4.200 millones de los bonos patrióticos y de otro crédito. Además, pasado mañana, día cinco, la Generalitat tiene que ingresar unos 90 millones por pagos a farmacias correspondientes al mes de febrero, mientras continúa sin ni poder pensar en pagar los medicamentos correspondientes a noviembre, diciembre y parte de julio del 2012.

Sin poder pagar nóminas: Entre pasado mañana y el día 10 de abril, la Generalitat también tendría que ingresar unos 400 millones de euros por el sector sanitario concertado y por el Tercer Sector, el sociosanitario. Además, hay que recordar que la deuda acumulada del 2012 de farmacias y los dos sectores acabados de citar es de 1.390 millones de euros, que tiene que requerir un crédito especial. Por razones obvias, los meses de invierno son aquellos en los que se consumen más medicamentos, tanto los despachados por las farmacias, como los consumidos en hospitales.

También en este mes el personal del Instituto Catalán de la Salud tienen que cobrar las primas dichas DPO (Dirección por Objetivos) que pueden oscilar entre 500 y 2000 euros por año y por asalariado, a pesar de que han sido reducidas a la mitad.

Finalmente, pero nada secundariamente, la Generalitat no tiene dinero para pagar las nóminas de sus funcionarios (médicos, enseñantes, policías, administrativos, etcétera) del mes de abril, ni tampoco tiene posibilidad de endeudarse más. No hay duda de que si aquel personal, muy recortado y muy mal tratado, no cobra el día 30 se pondrá en huelga indefinida.

Volviendo a la radicalidad: El 17 de marzo el gobierno de Mas montó, con la ayuda de ‘La Vanguardia’, una escenificación teatral en el Palacio de Pedralbes. Después, Mas ha hecho de todo. Ha habido un encuentro secreto Rajoy-Mas, del cual ERC se enteró por la prensa, un esbozo de ida hacia la moderación y ahora una virada de sentido contrario. Que dirá mañana ‘La Vanguardia’ que hoy titula en portada «Los barones del PP aceptan la reforma de la financiación». Si no fuera un panfleto gubernamental, titularía «Mas cierra la puerta en las narices del PP».

«También – me dice uno de los informantes – puede haber otro cambio de rumbo. Pero, en todo caso, ahora Mas vuelve a la radicalidad irracional por la cual optó el 25-N. Como siempre, lo hace sin exponer planteamientos claros y marginando el Parlamento».

Ninguna oferta al PSC e irritación unánime del PP: A este respecto, un miembro de la Ejecutiva del PSC me informa que en la última reunión de este organismo, esta semana, Pere Navarro informó explícitamente de que no mantenía «ningún contacto directo ni indirecto con CiU». Por lo tanto, no puede hablarse de ofertas de Mas a que el PSC entre en el gobierno, como CDC ha dado a entender un montón de veces. O sea que más teatro.

Hoy Alicia Sànchez Camacho, dirigente del PP en Catalunya ha manifestado públicamente que «es incontable una mejor financiación para Catalunya con romper con España». La declaración correspondería a una reacción unánime por parte del partido de Rajoy.

Hay que recordar que el ministro de Asuntos exteriores, García-Margallo, afirmó hace pocos días que se podía transferir a las comunidades autónomas todo el IRPF (una vieja reivindicación de CDC) mientras el presidente de la comunidad autónoma de Madrid también se acababa de declarar a favor de una mejora de la financiación. Eran dos grandes novedades. El regreso de Mas al radicalismo soberanista acaba con esta breve etapa. ¿Cuál será la siguiente? Nadie lo sabe, y Mas menos que nadie. Esto va así. Es decir, no va ni con ruedas.