Alfons Quintà en El Debat: Mas hundiéndose irremisiblemente

La imputación definitiva de Oriol Pujol empeora el panorama interno de CDC, ya muy dañado. Una fuente de CDC, de la media docena de las usadas para escribir esta crónica, me decía, poco antes: «Estamos al final de la aventura soberanista de Artur Mas y en el inicio de la recta final del acabamiento de su carrera política».

En CDC reclaman un congreso extraordinario para sustituir a Oriol Pujol

Paralelamente, fuentes jurídicas me dan por muy probable un aumento inminente del número de imputados por el caso del holding de origen sanitario Innova, un gran desastre, obra de Josep Prat, todavía asesor del presidente Mas en sanidad. Ambas novedades – una de confirmada y el otro parece que inminente– hacen que el momento político esté muy lleno.

La fragilidad de CDC: La imputación de Oriol Pujol ha puesto de relevo la debilidad de CDC y de Mas. En vez de un cese en la secretaría general y en la presidencia del grupo parlamentario por parte de Pujol hijo, este ha preferido una mera delegación de funciones. Se quiere evitar que se tengan que hacer cambios en un partido frágil. Por supuesto, mantiene el escaño de diputado, que es el que le permite la protección, el aforo.

La delegación de funciones, siempre del todo reversible, en un instante. Pasarán billones (millones de millones) hasta que Oriol Pujol sea, eventualmente, juzgado. Delegar no es comparable a una dimisión. A pesar de esta obviedad, a continuación, después de que Pujol hijo anunciara las «delegaciones», Tv3, instrumento deliberadamente confusionario, habló de «dimisión».

Todavía más paradójicamente –ya no viene de una paradoja – Oriol Pujol se hartó de referirse a un pretendido «juego sucio», respecto a la imputación. Sólo podía referirse al PP y al gobierno central. Ha afirmado que el «juego sucio» era debido a «una grandísima mayoría social» soberanista, dejando de lado que la realidad pura y dura es que no hay ninguna mayoría en el entorno de CiU para conseguir una necesidad más urgente e indiscutible, como aprobar un mero presupuesto.

¿Mezcla de «juego sucio» y de diálogo?: Acusar de «juego sucio» a Rajoy no parece ir en la línea que, según Jordi Barbeta, Mas impuso en la reunión clandestina – sólo comunicada a La Vanguardia — expuesta por su fiel portavoz oficioso, el propio Barbeta: «El presidente – escribió Barbeta de la reunión del gobierno, de la cual fue el único informado e informador – ordenó abrir todas las vías de diálogo posibles con el Gobierno español». Ay caramba, imputarle «juego sucio» ¿sería una de estas vías? ¿Quien sería masoquista, el gobierno de Mas o el de Rajoy?

Empezando por el futuro cercano, hay que destacar algunos hechos básicos. Uno es la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera convocado para el jueves de esta misma semana. Si Mas-Collell no obtiene dinero inmediato, este mes la Generalitat no podrá pagar las nóminas. Jurídicamente y políticamente, el ministro Cristóbal Montoro tiene todo el derecho del mundo a negar más dinero a Mas-Collell, dado que todas las comunidades están mal, si bien todas ellas tienen un presupuesto.

Cuernudo y apaleado: En el terreno de la maniobra política cortoplacista también inmediato, el gobierno central tiene razones para estar subiéndose por las paredes. El lunes, un dirigente de los farmacéuticos me dijo que un alto cargo de la Generalitat le había dicho que estos profesionales no tenían que ir a manifestarse ante la Generalitat, sino ante la Delegación del gobierno del Estado en Catalunya.

El dirigente de los farmacéuticos se negó, afirmando que creían que la culpa de su drama era de la Generalitat. Este tipo de canalización sistemática de las quejes hacia «Madrit» llega al gobierno central y no le gusta. Como a nadie le gusta ser cuernudo y apaleado. O pagar los platos rotos por el rompe platos profesional Boi Ruiz. Hay que recordar que históricamente el Colegio de Farmacéuticos estuvo más dominado que ningún otro por CDC. Por lo tanto, de prejuicio anticatalán, nada de nada. Hay el desastre gestor general de Mas y de la Generalitat.

Nunca hay que olvidar que Rajoy, en contra de lo que ha querido hacer creer la propaganda de Mas y de Homs, no tiene ningún interés en que Catalunya quiebre, dado que esto generaría un caos general incontrolable. La duda le surge a Rajoy cuando tiene que elegir entre la secesión y el desastre. Mas ha creado un maximalismo que siempre fue impensable durante los 23 años de poder de Jordi Pujol.

Dinero a cambio de moderación: Lo único que Mas-Collell puede ofrecer a cambio, es el fin del enfrentamiento político con Rajoy, provocado y querido por Mas. La prueba de que esto es así es que Rajoy aceptaría de inmediato una voluntad de diálogo. Ofrecería a Mas una reducción gradual del déficit fiscal y un amparo legal definitivo al sistema de inmersión lingüística vigente en Catalunya. Cómo ya informó (sólo) este diario, eran medidas que Rajoy llevaba en el bolsillo cuando fue a Girona a inaugurar el AVE. Pero Mas impidió deliberadamente que le hablara de ello.

A Mas no le queda ninguno otro camino que el diálogo con el Estado. Esta actitud hoy es mayoritaria dentro de CDC. Al ser Catalunya la comunidad más endeudada de España y tenerse que respetar los límites establecidos por Bruselas, no puede emitir más deuda. Si pudiera, el mercado no la compraría y los intereses tendrían que ser astronómicos.

Militantes de CDC pidiendo un Congreso: Otro dato es la situación interna de CDC. Con la imputación de Oriol Pujol CDC se ha visto como un partido sin un recambio. Poner a Lluís Corominas, exresponsable de una campaña electoral desastrosa, es un parche. Mas está desprestigiado dentro de CDC y su segundo en la Generalitat, Francesc Homs, está en caída libre. Su jugada mediática, haciendo de fotógrafo de La Vanguardia, por un artículo que parecía dar betún a sus botas, lo ha hecho ver como un bufón de la ahora minúscula corte de Mas.

Otro punto crucial es el deseo generalizado dentro de CDC de que la sustitución sólo por delegación, de Pujol hijo como secretario general de CDC lleve a la celebración de un congreso extraordinario del partido, como se hizo para sustituir a Pere Esteve, a Felip Puig y al propio Mas. El deseo de un congreso extraordinario crece exponencialmente dentro de CDC. Ha sido el miedo de este la exigencia lógica que ha hecho que haya habido una mera delegación.

Que Lluis Recoder sea candidato: La alcaldesa de Sant Cugat y dirigente local de CDC, Mercè Conesa ha pedido por escrito la convocatoria de un congreso extraordinario de CDC. Sant Cugat es por CDC el equivalente al que, en un determinado momento, fue Cornellà por el PSC o, bien antes, Sabadell por el desaparecido PSUC. Fue la única localidad que CDC controló, durante la travesía del desierto que sufrió durante el periodo del Tripartito.

La alcaldesa Conesa es el brazo derecho de Lluís Recoder. Como un número creciente de militantes, cree que el congreso extraordinario que reclama tiene que implicar un auténtico debate, con, por supuesto, la presentación de Lluis Recorder cómo nuevo dirigente de CDC. La mayoría de fuentes creen que Recoder tendría que acontecer secretario general, si bien su objetivo es ser el candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat, en unas elecciones que, obviamente, Mas se verá obligado a anticipar, en contra de su voluntad.

Jordi Pujol, Duran y Puig unidos contra Mas: Esta también es la posición de Jordi Pujol, Josep Antoni Duran Lleida y Felip Puig, según me dice, una vez más, una alta fuente que mantiene relación continuada con los tres. Se constató en la ahora penúltima reunión de la ejecutiva de la federación CiU y se dio por asumida en la última, acabada de celebrar.

Significativamente, fue portavoz de esta última reunión el dirigente de UDC Josep M Pelegrí. Como conseller, Pelegrí fue muy crítico con la política soberanista de Mas en la última reunión del gobierno, junto con Joana Ortega, Santi Vila (hasta ahora representativo de las comarcas gerundenses, donde el soberanismo ha sido más alocado) y Felip Puig, que durante decenios había encarnado el soberanismo duro. No hay ninguna duda respecto de que Puig encarna al milímetro la posición personal de Jordi Pujol. Siempre ha sido así. También ha sido el hombre que mejor conoce y domina la estructura interna de CDC.

Jordi Pujol fue el impulsor, por no decir el forjador, de la ida de Mas hacia el soberanismo independentista. Ahora es el motor a la sombra de un rumbo antagónico a aquel. Esto pasa en política: las victorias tienen mil padres y las derrotas son huérfanas. En pocos meses, el soberanismo ha pasado de ser visto como una victoria a acontecer una derrota.

Mas dejado más solo que nunca: Todo ello, acredita la quiebra de Mas, paralela al ridículo irremediable de Francesc Homs y al derrumbe personal de Francesc Gordó, dado por amortizado. Se recuerda el cuestionado concurso de privatización de Aguas del Ter-Llobregat, casos de financiación de CDC, la payasada de la filial de CDC en Perpiñán y el inefable escándalo de su hombre de acción, Xavier Martorell. Peor es imposible.

A Homs se le acusa de ser el único dirigente de CDC que apoyó a Mas en el establecimiento de un acuerdo permanente con ERC.

«Es un acuerdo – me dice una alta fuente de CDC — que se puede dar por muerto y enterrado. ERC acaba de suspender la reunión semanal de seguimiento del pacto. No quiere aprobar el proyecto de presupuestos de Mas, que nadie conoce, excepto ERC, que ha visto que les haría disminuir la hasta ahora (para ERC) creciente expectativa de voto. El solo hecho de haber aprobado el recorte de una paga de funcionarios les ha creado una gran reacción militante interna en contra. No quieren continuar por este camino».

La fuente me precisa que numerosos comités de empresa de centros hospitalarios y de enseñanza están pidiendo ser recibidos por la dirección de ERC, y no para expresarle simpatía.

El país a punto de pararse: Otra fuente de CDC, titular de un alto cargo a la Generalitat, me dice: «El país está a punto de pararse. En el Pallars-Sobirà se está a punto de parar el transporte escolar. Muchas cantinas escolares no pueden continuar abasteciendo comidas a los niños, por no haber recibido las becas de la Generalitat. Los consejos escolares no pueden avanzar más dinero. Los farmacéuticos están sin un duro en el bolsillo y no pueden pedir más abastecimientos. Los ayuntamientos están con el agua al cuello. Soñar con un acuerdo con ERC es un delirio. Presentar el presupuesto que tiene preparado Mas y esperar que ERC lo apruebe es absurdo. De hecho, estoy seguro que ERC ni se abstendría, sino que votaría en contra».

Una fuente dice sin ninguna ironía: «Si CDC tuviera mayoría, incluso habría la posibilidad de que no se aprobara el presupuesto, si el voto fuera individual y secreto. En todo caso, dentro de CDC y en privado no he oido a ningún compañero de mi partido defender el presupuesto, ni la gestión de Mas. Lo máximo que se puede hacer es dar la culpa al PP. Pero ahora ni esto cuela».

Soluciones concretas: En cuanto a soluciones políticas concretas, he ido sugiriendo lo que se llevó a cabo en Euskadi en la anterior legislatura: un acuerdo entre PNV y PSOE (PSE) con apoyo externo del PP. Nadie me ha dicho que no, más bien lo contrario. Pero algunos encuentran inconvenientes.

En primer término, se oponen la personalidad de Mas que, como informé, y ahora lo reitero a mis interlocutores, dijo a sus familiares directos que había optado por un camino que «lo podía llevar a la prisión». Modificarlo, afirmando ahora que dimite, debido a un rechazo y de un fracaso generalizado, le tiene que resultar difícil.

Reunión del jueves y pagar, o no, los sueldos: Por eso, Mas puede alargar su agonía. Al hacerlo, todavía acabará siendo más desastrosa. El próximo jueves todo se puede ver algo más claro, con la indicada reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera y sobre todo el jueves de la semana próxima, momento en que sólo contará si se pueden pagar, o no, las nóminas. No poder pagarlas, si que se vería como una «traición» concreta y real por parte de decenas de miles de trabajadores de la Generalitat.

Diálogo o enfrentamiento entre catalanes: En cambio, la imputación de que Mas ha «traicionado» al que fue un sueño (la independencia), hipótesis por él poco sentida, sino utilitaria, representaría otro peldaño hacia su salida de la vida política. Algunos lo verían como una gran liberación para todos los catalanes, sea cual sea su ideario y su grado de enfrentamiento con otros catalanes. Al potenciar un enfrentamiento fratricida Mas, como Chávez en Venezuela, ha estado insuperable.

Si se quiere hacer perdonar, cosa que le haría falta, Mas tendría que evitar jugar a mezclar diálogo con confrontación, una hora una cosa y a la siguiente la otra. En no evitarlo, parece que se burle.