Homs el populismo y el totalitarismo

Tampoco Homs es el más indicado para hablar de totalitarismo. Evidentemente no estamos en un régimen totalitario entre otras cosas porque el govern carece del poder necesario para imponerlo. Pero, a veces, ganas no parecen faltarle. El govern está empeñado en el control absoluto de la sociedad…

Francesc Moreno en El Debat> 14/2/2013   

El Portavoz del Govern Francesc Homs ha acusado a Ciudadanos de practicar «el populismo, antesala del totalitarismo» por sus denuncias sobre la corrupción.

Sin duda en la situación actual el populismo campa a sus anchas, – el caldo de cultivo es responsabilidad de los gobernantes – pero no hay nada más populista que la política iniciada por el gobierno de CiU de huir de la realidad a base de inventarse un proceso soberanista improvisado, que divide a la sociedad y retrasa la salida de la crisis.

Tampoco Homs es el más indicado para hablar de totalitarismo. Evidentemente no estamos en un régimen totalitario entre otras cosas porque el govern carece del poder necesario para imponerlo. Pero, a veces, ganas no parecen faltarle. El govern está empeñado en el control absoluto de la sociedad y su actuación en relación con el acto empresarial de Fomento es una prueba irrefutable. Cualquier disidente es un apestado cuando no un traidor. También es evidente su afán de control de los medios de comunicación, aunque parece que en los últimos tiempos algún medio privado ha tomado algo de distancia.

Seguramente la intervención del Conseller tiene mucho que ver con las encuestas del CEO que según parece auguran una fuerte subida de Ciudadanos que se aprovecha del desgaste de CIU, PSC y PP.

En lugar de demonizar a Ciudadanos, en el fondo les están haciendo un favor porqué hasta ahora se limitaban a ningunearles, lo que debería hacer el govern es afrontar los problemas más acuciantes de nuestra sociedad y dejar de huir de la realidad a base de una política, esa si populista, de prometernos el paraíso de la independencia, mientras vivimos en el infierno del paro, la presión fiscal insoportable para el que todavía no está en paro o ha cerrado su empresa, la corrupción y el desmantelamiento del estado del bienestar.

No soy votante de Ciudadanos y siempre he defendido a los partidos centrados y homologados internacionalmente. En principio deberían ser fuente de estabilidad y garantía de democracia. Pero al ritmo que vamos cada día se hace más difícil defenderlos y lo de optar por lo malo conocido no sé hasta cuándo va a ser soportable.