Otra ley de enseñanza: Wert y otros nacionalistas

… los cientos de miles de votantes que nos han ido abandonando y los miles de simpatizantes y militantes que nos hemos ido apartando de la deriva nacionalista del psC, estaremos más legitimados que nunca para exigir la puesta en marcha de la centenaria Federación Socialista Catalana (PSOE)

Artículo de Pepe Castellano (*)  

En relación con la polémica suscitada acerca del proyecto de ley de Educación que ha vomitado estos días el Ministro del Ramo, quiero manifestar que una vez más se desaprovecha la oportunidad de presentar una propuesta susceptible de ser consensuada en una materia tan sensible e importante como es el de la enseñanzas, ausencia de voluntad de consenso que en buena parte también afectó en su día a los gobiernos del PSOE aunque ese defecto de los socialistas dista mucho de ser equiparable al sectarismo retrógrado de los del Partido Popular, empeñados en su complicidad con la peor ralea de la escuela privada y con la ultraderecha católica.

Todo y que la legislación sobre educación aprobada durante los gobiernos del PSOE tampoco llegaron a poner coto a la codicia de la derecha ni contribuyeron a eliminar o diluir los privilegios que aún mantiene  la iglesia católica, uno de los grandes fallos de aquellas leyes fue la absoluta falta de voluntad para acotar los desmanes que en materia lingüística y de enseñanza se estaban perpetrando en Cataluña tanto por parte de los gobiernos autonómicos de la derecha nacionalista (CiU) como por parte de los también nacionalistas gobiernos tripartitos encabezados por Maragall y Montilla, desmanes y ataques contra los derechos de los castellano parlantes de Cataluña que no será posible erradicar sin el consenso de los partidos con opciones de gobierno, PP y PSOE.

Y si ese imprescindible acuerdo de los socialistas está cada vez más lejano por la intransigencia y sectarismo de los sectores más radicales del PP, desde el campo del PSOE tampoco podrá materializarse mientras la irresponsabilidad de los dirigentes federales continúen sin reconocer y corregir las nefastas políticas de seguidismo que se iniciaron durante los mandatos de José Luís Rodríguez Zapatero, porque hay que obligar al psC, ya y de una vez por todas, a recuperar su lealtad al proyecto nacido con la unidad socialista en 1978 o de lo contrario, si los teóricos “socialistas” catalanes insisten en lo que parece su definitiva conversión al soberanismo de Cataluña respecto del resto de España y en su independencia orgánica respeto del proyecto federal del PSOE, los cientos de miles de votantes que nos han ido abandonando y los miles de simpatizantes y militantes que nos hemos ido apartando de la deriva nacionalista del psC, estaremos más legitimados que nunca para exigir la puesta en marcha de la centenaria Federación Socialista Catalana (PSOE) con el fin de que en Cataluña sea posible la defensa de un proyecto de izquierda federal en lugar del proyecto social nacionalista de un psC que nos viene manteniendo en la orfandad política durante demasiados años ya.

Pero poniendo ahora el foco en las reacciones que se vienen produciendo con los aspectos del proyecto de ley relacionados con el tratamiento de las lenguas, quiero dejar claro mi acuerdo con una Cataluña donde se apliquen las leyes y la Constitución así como con que se exija al Gobierno de la Generalitat el cumplimiento de las sentencias del Tribunal Constitucional y del Supremo y se adecúe el Estatut para que sea efectiva la vigencia en Cataluña del artículo 3 de nuestra vigente Constitución.

Es en ese sentido en el que pienso que también ha llegado la hora en la que el Gobierno central inste al gobierno autonómico al cumplimiento de todos los preceptos legales que acabo de citar y que si el Govern, CiU y sus cómplices del Partido Único Catalán (PUC, formado por psC, Iniciativa, ERC) hacen piña para continuar con sus incumplimientos y provocaciones, el Gobierno del PP con el apoyo de las principales fuerzas políticas de ámbito estatal procedan a poner en marcha lo dispuesto en el artículo 155 de la Constitución que dice:  “Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.

  1. Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas”.

Y abriendo un paréntesis, me temo que, después del presente texto y sobre todo del anterior párrafo, las fuerzas del régimen nacional catalanista me podrán llamar provocador y declararme (aún más) enemigo de la patria catalana pero que sepan, que estén seguros todos quienes puedan leerme, que pienso que todas las patrias suelen ser refugio último de los miserables y que para provocadores, no yo sino los del gobierno de CiU y todos sus cómplices del PUC que nos quieren montar otro numerito como el del estado propio echándose otra vez  al monte, aprovechado esta metedura de pata del Ministro Wert, grandísimo error quizá intencionado, porque con el provocativo proyecto de ley que acaba de presentar, el PP consigue ocultar otras barbaridades de su propuesta como son, entre otros,  los beneficios que reportarán a la iglesia católica y a la enseñanza privada o la práctica eliminación de la educación para la ciudadanía.

Y antes de cerrar, por ahora, mis comentarios sobre la ley Wert, una breve reseña del lamentable espectáculo que ha ofrecido la Consellera Rigau que se tiró todo el rato intentando que otras comunidades la siguieran en su plante, hasta que abandonó la reunión de todos los demás responsables autonómicos de enseñanza, dando un portazo semejante al del fracasado Artur Más cuando fue a la entrevista con su socio de la derechona, el Sr. Rajoy, al que exigía un concierto fiscal imposible para que la negativa le sirviera para la barbaridad de convocar elecciones pidiendo lo del estado propio… estado propio que para ellos parecen una buena oportunidad de legalizar las apropiaciones y tapar todas las corruptelas del panorama político catalán.

(*) Pepe Castellano es militante del PSOE y Secretario de la Junta de ÁGORA SOCIALISTA, fue co-fundador del PSC (PSOE) y Primer Secretario de la Federación de l’Hospitalet, ciudad en la que fue Concejal y Tte. de Alcalde (1980-1987).