… promete asumir unilateralmente decenas de competencias que son potestad exclusiva del Gobierno… o sea, dice el Blogger que este gobierno delincuente que se niega a cumplir la Constitución y otras leyes y no cumple las sentencias judiciales, ya amenaza con perpetrar otros delitos… ante la cobardía del Gobierno central, del PP y del PSOE que no reaccionan con el artículo 155 de la Constitución en la mano.
Daniel Tercero en La Voz de Bcn> 30/10/2012
El programa electoral de CiU asegura que la Generalidad ejercerá el concierto económico y asumirá la gestión de la Seguridad Social, de todas las infraestructuras de Cataluña, de la navegación aérea y marítima, del control aduanero, de la expedición de documentos de identidad, y de la gestión hídrica, entre otras. Además, promete que el TSJC será la última instancia judicial en Cataluña, que la Generalidad se arrogará la titularidad de los edificios del Gobierno y de múltiples instituciones -como el CSIC-, y que desmembrará el Archivo de la Corona de Aragón.
Más allá de la promesa de un ambiguo ‘estado propio’ para Cataluña y de la reivindicación del ‘derecho a decidir’ -ni una sola se vez habla de ‘independencia’ a lo largo de 150 páginas-, el programa electoral que CiU ha presentado este domingo de cara a las autonómicas del 25N sorprende especialmente por el hecho de que la federación nacionalista garantiza que la Generalidad asumirá en la próxima legislatura una treintena de competencias e instituciones que son potestad de la Administración General del Estado.
CiU no explica en ningún momento cómo pretende hacerlo, y se limita a señalar que ‘asumiremos’, ‘recuperaremos’, ‘crearemos’ o ‘ejerceremos’ la competencia en todo un listado de materias que, en realidad, son exclusivas del Gobierno -según establecen la Constitución y las sentencias del Tribunal Constitucional (TC)- o este ha mostrado en reiteradas ocasiones su rechazo a transferirlas, lo que supone la imposibilidad material de que la coalición liderada por Artur Mas pueda cumplir esos compromisos electorales, al menos, legalmente.
Curiosamente, esta amenaza de apropiación forzosa de competencias nacionales por parte de CiU se produce tan solo unos días después de que la propia Generalidad haya presentado un informe en el que acusa al Gobierno de invadir un sinfín de competencias autonómicas.
Concierto económico y Seguridad Social
Entre las materias que la federación nacionalista asegura en su programa electoral que asumirá destacan la de ‘la plena capacidad normativa sobre todos los tributos generados en Cataluña’ y la de convertir la Agencia Tributaria de Cataluña en ‘la única administración responsable de la gestión, inspección y recaudación de todos lo impuestos generados en Cataluña’, algo para lo que habría que modificar, no solo la LOFCA, sino la propia Constitución.
Las promesas imposibles de Mas también alcanzan a la Seguridad Social:
‘Asumiremos la gestión de la Tesorería General de la Seguridad Social y de las cotizaciones a la Seguridad Social […]. Asumiremos la gestión y administración del Instituto Nacional de la Seguridad Social que se encarga de las prestaciones económicas del sistema de seguridad social’.
E, incluso, amenaza con apoderarse de los edificios que son titularidad del Gobierno, sin negociar siquiera: ‘La Generalidad será la titular de los edificios vinculados a la sanidad pública catalana que todavía hoy propiedad de la Tesorería General de la Seguridad Social’.
‘Todas las infraestructuras de Cataluña’
Otro de los compromisos inasequibles alcanza al ámbito de las infraestructuras: ‘Asumiremos la gestión de las principales infraestructuras de comunicaciones de Cataluña: aeropuertos de Barcelona, Gerona-Costa Brava y Reus, puertos de Barcelona y Tarragona, ferrocarriles de cercanías y de recorrido interno en Cataluña’. E insisten, matizando: ‘Asumiremos la titularidad y la gestión, con la dotación económica correspondiente, de todas las infraestructuras de Cataluña’.
Además, añaden: ‘Asumiremos todas las competencias en materia de navegación aérea. […] Asumiremos la competencia íntegra de las autoridades portuarias de Barcelona y Tarragona’.
Pero las promesas van aún más allá:
‘Recuperaremos los organismos que tiene la Administración central en Cataluña, como el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona y el Centro de Estudios Avanzados de Blanes para que desarrollen las competencias en investigación marítima en el litoral catalán. […] Asumiremos los centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ubicados en Cataluña’.
Mas también asegura que la Generalidad asumirá las competencias ‘en materia de marina mercante’, en cuanto a ‘homologación y expedición’ de títulos académicos, en la gestión de ‘la totalidad de autorizaciones de permisos de extranjería’, en el ‘control aduanero’, y en la ‘expedición de documentos de identidad‘, lo que es inviable con la legislación actual.
Una justicia catalana independiente
Uno de los puntos destacables es el de la justicia, cuyo intento de crear una seudoindependencia en este ámbito a través del Estatuto de Autonomía fue desarticulado por el TC de raíz. Sin embargo, CiU se compromete ahora a conseguirlo:
‘Convertiremos el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en el órgano en el cual culmine la organización judicial en Cataluña y la última instancia judicial‘.
También promete la independencia hídrica, en contra de la doctrina constitucional: ‘Gestionaremos de forma global la totalidad de recursos hídricos de Cataluña con independencia de su pertenencia a una cuenca de ámbito superior al catalán. […] Asumiremos la gestión de la cuenca catalana del Ebro, actualmente ejercida por la Confederación Hidrográfica del Ebro, y del dominio público marítimo terrestre, actualmente a cargo del Estado español, correspondiente a la ribera del mar, a los paseos marítimos y a la regeneración de playas’.
Desmembración del Archivo de la Corona de Aragón
Uno de los puntos más insólitos es el de la desmembración del Archivo de la Corona de Aragón, con sede en Barcelona y dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte:
‘El Archivo Nacional de Cataluña será también el depositario de la documentación de la propia Generalidad y de las instituciones catalanas medievales y modernas que actualmente se encuentran en el llamado Archivo de la Corona de Aragón’.
Por último, también es destacable el compromiso para eliminar las provincias, pese a que, al igual que en los casos anteriores, no es potestad autonómica: ‘Modificaremos el actual marco normativo para superar la división provincial y disponer de un modelo organizativo propio, con las veguerías, las comarcas y los municipios como referentes’.
‘Cataluña es una nación’ porque ‘se siente’ como tal
El programa electoral presentado por CiU, en realidad, no es más que un compendio de tópicos nacionalistas que únicamente pretenden justificar la frase con la que empieza el documento: ‘Cataluña es una nación’. Si bien, la argumentación más insólita en la que la federación nacionalista basa esa afirmación está en la segunda línea: Cataluña es una nación porque ‘se siente’ como tal.
Además del término ‘independencia’, la otra palabra cuya ausencia causa una mayor sorpresa en el programa electoral es ‘corrupción’, especialmente después de los graves escándalos que en los últimos años vienen asolando la vida pública catalana, con casos como el del Palacio de la Música, el caso Pretoria, el de las ITV o los inabarcables casos de presunta corrupción en torno a la sanidad autonómica.
Apuesta por la ‘política de relaciones exteriores’
Entre la estrategia de futuro, la federación nacionalista apuesta por reforzar ‘una política de relaciones exteriores que promueva la máxima integración posible de Cataluña en el mundo’, lo que implica la creación de ‘una comisión asesora de proyección y relaciones internacionales de Cataluña’, que incluirá ‘la participación de la sociedad civil y de personalidades relevantes de diferentes ámbitos y un perfil internacional’.
CiU pretende que la Generalidad esté presente en los Consejos de Ministros de la UE, en la UNESCO, en la OMS y en la OIT. Y promete ‘reforzar el sentimiento de nación, la identidad colectiva propia, como valor ético a partir del desarrollo de un nacionalismo democrático cosmopolita, de un nacionalismo cívico’. Un sentimiento que, por lo que se ve, abarca muchos ámbitos:
‘El modelo catalán de comercio representa una forma de ser y una forma de hacer que, igual que la lengua y la cultura, ayudan a configurar la identidad catalana. […] Reforzaremos la identidad propio del Catsalut (Servicio Catalán de Salud) como garante de la atención a los ciudadanos para superar definitivamente la identificación de la sanidad pública con la Seguridad Social. La sanidad pública en Cataluña es el Catsalut y su red sanitaria de utilización pública. Preservaremos la identidad propia y diferencial del modelo sanitario catalán ante las políticas uniformizadoras del Estado en materia de recursos humanos, compras, y regulación sobre las mutuas, entre otras’.
‘El catalán será lengua oficial de llegada’ de los inmigrantes
En el ámbito de la lengua, destaca la sutileza de CiU a la hora de referirse a las multas lingüísticas, que en los últimos años han registrado un repunte: ‘Contribuiremos al conocimiento y al uso de la lengua catalana por parte de las personas que atienden los establecimientos comerciales y apoyaremos los programas lingüísticos de las entidades del sector’.
Y refleja la preocupación por un ámbito hasta ahora de poco interés: ‘Impulsaremos el uso de la lengua catalana en todas las manifestaciones de carácter religioso, así como en las publicaciones de contenidos propios’.
También destaca la creación de un nuevo concepto, el de ‘lengua oficial de llegada’: ‘El catalán será lengua oficial de llegada y estableceremos los mecanismos que instauren su exigencia en el preceso de acogida de las personas que vengan a trabajar a nuestro país [por Cataluña]‘.
Los inmigrantes procedentes de países hispanoamericanos -mayoritariamente castellanohablantes- han sido una preocupación para CiU, y parece que han encontrado la solución: ‘Priorizaremos, por proximidad, y como emisor principal de flujos migratorios a nuestro país [por Cataluña], las actuaciones destinadas al desarrollo del continente africano‘.
Habrá clases en inglés, pero no en español
El programa de la federación nacionalista, por una parte, defiende una educación ‘multilingüe’ pero, a la vez, asegura que mantendrá ‘el régimen lingüístico del sistema educativo de Cataluña’, esto es, la inmersión lingüística escolar obligatoria exclusivamente en catalán, pese a ser un modelo declarado ilegal por el TC y el Tribunal Supremo.
Un poco más adelante, el documento aclara en qué consiste el multilingüismo de CiU: ‘Incrementaremos el número de materias impartidas en inglés en las enseñanzas obligatorias’. Lo que significa que habrá asignaturas en inglés, pero no habrá ni una sola en español.
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